El Ejército sirio ha continuado bombardeando zonas de la provincia de Alepo (norte) mientras representantes del Gobierno y de los rebeldes han comenzado sus contactos en Ginebra, un día después de que Rusia pidiera al régimen de Bachar al Asad que detuviera las operaciones militares.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos detalló hoy que los combates continúan, por tercer día consecutivo, entre las fuerzas del régimen y facciones rebeldes e islámicas, en un intento de las tropas sirias de recuperar zonas al oeste de la ciudad de Alepo, que todavía siguen en manos de la oposición.
La ONG agregó que los choques están acompañados por ataques aéreos y bombardeos intensos de artillería y misiles por parte de las fuerzas del presidente sirio, Bachar al Asad, contra las zonas de las facciones de Ard al Yibs y Al Rashidin, al oeste de la urbe.
El Observatorio destacó que hay bajas humanas en las filas de ambas partes, aunque no dio más detalles.
Ayer, Rusia pidió formalmente al Gobierno sirio que detuviera cualquier operación militar aérea en las zonas cubiertas por el alto el fuego en vigor, mientras duran las negociaciones de paz que empiezan hoy en Ginebra, dijo ayer el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.
Según el diplomático, Rusia anunció momentos antes -en una reunión en la que participaron una veintena de países con influencia en el conflicto sirio- que había pedido al régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad, "silenciar los cielos" de Siria.
A la oposición armada se le está reclamando un gesto similar en el terreno militar -considerando que no tiene ningún tipo de poder aéreo- y "que evite cualquier tipo de provocación" que pueda derivar en el fracaso las conversaciones diplomáticas.
De Mistura informó en una rueda de prensa de que buena parte de los participantes en las negociaciones ya se encuentran en Ginebra y que algunos llegan este jueves.