Venezuela insistió hoy ante la OEA en que Estados Unidos debe derogar las sanciones impuestas en marzo contra funcionarios venezolanos, y confió en que sus encuentros bilaterales con ese país contribuyan a forjar relaciones "cordiales, francas, sin condicionamientos".
El viceministro para América del Norte de Venezuela, Alejandro Fleming, hizo esas afirmaciones durante su discurso en la segunda sesión plenaria de la 45 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se celebra entre hoy y el martes en la sede del organismo en Washington.
Fleming recordó que la ministra de Exteriores venezolana, Delcy Rodríguez, y el presidente del Parlamento de Venezuela, Diosdado Cabello, se reunieron este sábado en Haití con el consejero del Departamento de Estado de EE.UU., Thomas Shannon.
"Esperamos que estos encuentros contribuyan verdaderamente al desarrollo de relaciones cordiales, francas, sin condicionamientos", dijo Fleming.
El Departamento de Estado, por su parte, calificó hoy de "positiva y productiva" la reunión entre Shannon y esos funcionarios venezolanos, la tercera entre el consejero estadounidense y representantes de Venezuela en poco más de dos meses.
Además, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que con Estados Unidos se ha abierto un canal diplomático "muy importante", al comentar sobre la "reunión especial" en Haití.
No obstante, Fleming insistió en condenar el decreto firmado en marzo pasado por el presidente de EE.UU., Barack Obama, en el que declaraba a Venezuela una "amenaza" para la seguridad nacional de su país y sancionaba a un grupo de funcionarios venezolanos por violaciones de los derechos humanos.
"Instamos nuevamente al Gobierno de EE.UU. a derogar de manera inmediata la orden ejecutiva de marzo que considera a Venezuela una amenaza (...). Venezuela no es una amenaza, lo han dicho los pueblos y los Gobiernos del mundo, incluyendo altas autoridades de los Estados Unidos", sostuvo el funcionario venezolano.
Respecto a la OEA, Fleming aseguró que Venezuela quiere que ese organismo "tenga futuro", pero que para eso debe ser un foro para el diálogo "entre las dos realidades que caracterizan el continente, que son muy distintas".
"La única manera de hacer trascender la OEA (es convertirla) en un foro entre la vigorosa Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y nuestros vecinos de América del norte", es decir, Estados Unidos y Canadá, defendió Fleming.
"La OEA no puede ser secuestrada por posiciones hegemónicas ni cómplice de prácticas unilaterales", subrayó el representante venezolano.