Un acuerdo entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y los campesinos pone fin a un paro agrario en Colombia, mediante la puesta en marcha una mesa de diálogo con el objetivo de abordar las exigencias de los colectivos de agricultores y hacer un seguimiento que garantice el cumplimiento de las promesas del Ejecutivo.
En declaraciones a la emisora colombiana Caracol Radio, el ministro del Interior, Aurelio Iragorri, ha revelado que los tres puntos de acuerdo responden al 95 por ciento de las reclamaciones que hacen los campesinos, en paro desde hace 13 días. Sólo quedaría pendiente la refinanciación de los créditos.
El primero de los puntos acordados tiene que ver con la expedición de un decreto para el reconocimiento de los sectores sociales del área rural, de forma que tengan una interlocución directa con el gobierno nacional, algo que se materializa en la citada mesa de diálogo.
Por otra parte, se establece un fortalecimiento de la economía campesina, con proyectos productivos relacionados con la adquisición de tierras, productividad, capacitación y formalización. Mientras que el tercer punto fomenta los procesos de asociación dentro del sector rural.
Finalmente, el ministro ha destacado la labor de las fuerzas del orden para garantizar que las vías del país no fuesen bloqueadas durante el paro agrario, con la excepción del departamento de Huila, donde se produjeron hechos violentos.
EL PARO
A finales de abril las organizaciones campesinas anunciaron el inicio de un paro agrario ante la tardanza del Gobierno de Juan Manuel Santos para llevar a cabo los acuerdos establecidos con el gremio rural el pasado mes de agosto, criticando que el Ejecutivo "solo cumple cuando se organizan protestas".
El Gobierno propuso a los líderes campesinos "unificar en una mesa los más de 22 espacios de trabajo que se venían desarrollando en todo el país" para implementar los acuerdos alcanzados tras el último paro agrario.
Sin embargo, el diálogo se había cancelado antes de que las partes llegaran a sentarse a la mesa de negociaciones por la incomparecencia del ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, según explicaron, por los "desórdenes" causados por los huelguistas.
Esta huelga había amenazado con dañar la campaña de reelección del presidente Juan Manuel Santos, a poco más de dos semanas de los comicios presidenciales --el próximo 25 de mayo--.