Al menos 75 personas han fallecido en los enfrentamientos registrados desde la semana pasada en la localidad centroafricana de Boda, según ha informado un sacerdote católico en declaraciones concedidas a la cadena de televisión británica BBC.
El padre Cassien Kamatari ha indicado que la ciudad necesita ayuda para poner fin a los episodios de violencia entre miembros de las comunidades cristiana y musulmana.
Asimismo, ha dicho que la mayoría de los muertos son cristianos, si bien ha reconocido que los musulmanes fueron enterrados poco después de los enfrentamientos, por lo que no sabe exactamente a qué cifra exacta asciende el número de fallecidos.
"En lugar de pensar sólo en Bangui, la gente debería tener en cuenta lo que está pasando en las zonas rurales, porque lo que vivimos en estas comunidades es horrible", ha manifestado, en referencia al despliegue de tropas de pacificación en la capital.
Así, ha recalcado que ya ha pedido a las fuerzas francesas y de la Unión Africana (UA) que se desplacen al lugar para colaborar, pero que ha recibido una respuesta negativa.
Francia mantiene desplegados a 1.600 soldados en el país, que trabajan junto a alrededor de 4.000 tropas de países africanos para intentar poner fin al conflicto, que ha provocado el desplazamiento de más del 20 por ciento de la población.
Este mismo lunes, la presidenta de República Centroafricana (RCA), Catherine Samba-Panza, ha hecho un llamamiento para frenar la violencia en Bangui y en las ciudades de la provincia.
"Nada justificará los crímenes y los actos violentos. Es inadmisible que continúen las matanzas y no toleraré estos actos. No quedarán impunes", ha advertido la mandataria según ha informado el diario 'Journal de Bangui'.
También ha lanzado un mensaje a los desertores de las Fuerzas Armadas Centroafricanas (FACA) para que vuelvan a filas tras haber abandonado el ejército a raíz de la toma de poder de Michel Djotodia y su excoalición rebelde Séléka en marzo de 2013. La intención de la mandataria es "garantizar la seguridad en el territorio" con el apoyo de las fuerzas africanas y francesas.
Para lograrlo, Samba-Panza ha solicitado a la Misión Internacional de Apoyo a República Centroafricana (MISCA), bajo el mandato de la UA, y la fuerza francesa Sangaris, que "hagan uso del mandato que les ha sido confiado" para asegurar la protección de la población y el desarme de los grupos violentos y otras milicias en el país.
Los milicianos de Séléka ha abandonado este lunes la ciudad de Sibut, al norte de Bangui, tras 48 horas de pillaje y ante el anuncio de la llegada a la ciudad de las fuerzas de seguridad africanas y francesas. Sin embargo, la violencia en numerosas localidades centroafricanas persiste.
Por su parte, la ONU ha indicado que el número mínimo de soldados para lograr la seguridad de RCA asciende a 10.000 efectivos. El secretario general de la organización, Ban Ki Moon, ha pedido a la comunidad internacional que "reaccione de manera decisiva antes de que sea demasiado tarde". En Reino Unido, el primer ministro David Cameron, ha anunciado que reforzará la ayuda logística aérea a las fuerzas malienses y francesas en RCA.