Al menos 85 personas, 65 de ellas civiles, fallecieron ayer sábado por un bombardeo efectuado por helicópteros del régimen sirio sobre la ciudad de Alepo, en el norte del país, según ha informado hoy el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una ONG de oposición al régimen con sede en Londres y fuentes en el interior del país, citada por la cadena panárabe Al Arabiya.
"Al menos 85 personas murieron, entre ellas 65 civiles y diez de ellos niños, cuando helicópteros del Gobierno arrojaron bombas de barril sobre zonas de Alepo controladas por los rebeldes", hizo saber el Observatorio.
Las bombas de barril suelen tratarse de contenedores llenos de combustible y explosivos que al estallar causan inmensos e indiscriminados daños cuando son arrojados sobre grandes masas de población. Se trata de un arma muy criticada por las ONG por su falta de precisión.
La jornada de violencia ayer en Alepo ha dejado más de un centenar de muertos si se añaden los 26 fallecidos en combates entre rebeldes y grupos islamistas que aprovechan el conflicto para apropiarse de sectores de las localidades en disputa. En el caso del sábado, el objetivo era la Escuela de Infantería de la ciudad.
Los milicianos también han protagonizado combates contra soldados sirios en las afueras de la ciudad de Ein Assan, con bajas en ambas partes, mientras que cuatro militares han perdido la vida en enfrentamientos entre miembros del ISIS y del Ejército sirio en la ciudad de Al Sfeira.