Corea del Sur ha instado a Corea del Norte a cumplir con el acuerdo para la desnuclearización de la península coreana firmado por ambos países en 1991, en el marco de la escalada de tensión bilateral.
El portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano, Kim Hyung Suk, ha emitido un comunicado coincidiendo con el 21º aniversario de la firma del acuerdo bilateral, del que surgió la declaración conjunta de 2005 para la desnuclearización de la península coreana.
Kim ha criticado la decisión del régimen de comunista de declarar nula dicha declaración, lo que supone prácticamente la cancelación de las conversaciones a seis bandas, en las que participan las dos Coreas, Japón, China, Rusia y Estados Unidos.
"El Gobierno surcoreano ha intentado continuamente persuadir al norcoreano para que renuncie a sus programas nucleares y seguirá insistiendo para que cumpla con la declaración conjunta", ha dicho Kim, según informa la agencia de noticias Yonhap.
Asimismo, ha instado al Gobierno de Kim Jong Un a cumplir las resoluciones de Naciones Unidas, que le prohíben expresamente desarrollar y usar tecnología nuclear y de misiles balísticos, así como exportar e importar determinados productos.
Corea del Norte declaró nulo el acuerdo de 1991 el pasado 24 de enero, al mismo tiempo que adelantó que llevaría a cabo nuevas pruebas nucleares y lanzamientos de misiles de largo alcance, aunque esta vez, dirigidos contra Estados Unidos.
Pyongyang cumplió sus amenazas el pasado 12 de febrero, llevando a cabo su tercera prueba nuclear. Además, ha comunicado a Pekín su intención de realizar más ensayos atómicos este mismo año. A esto hay que sumar los dos lanzamientos de cohetes de largo alcance de 2012.
Por todo ello, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha autorizado la imposición de nuevas sanciones contra el régimen comunista al considerar que dichos actos violan dichas resoluciones.
No obstante, Corea del Norte ha argumentado que tanto el ensayo atómico como los lanzamientos de cohetes de largo alcance son manifestaciones de sus derechos soberanos a desarrollar energía nuclear y a explorar el espacio, por lo que ha atribuido las sanciones a la "política hostil" de Washington.