El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha condenado el ataque de Siria contra Turquía y ha exigido que "estas violaciones del Derecho Internacional cesen inmediatamente y no se repitan".
Los 15 miembros del órgano ejecutivo también han instado al Gobierno sirio "a respetar por completo la soberanía y la integridad territorial de sus vecinos".
Además, han subrayado que "este incidente pone de relieve el grave impacto que la crisis siria está teniendo en la seguridad de sus vecinos y en la paz y estabilidad regionales".
Según fuentes diplomáticas consultadas por Reuters, los 15 han llegado a un acuerdo para que el texto sea una mezcla entre el borrador de los países occidentales y el de Rusia, menos contundente que el de sus colegas.
El miércoles por la mañana, un obús procedente de Siria cayó en una zona residencial de la localidad de Akçakale, situada en el sureste de Turquía, acabando con la vida de cinco personas: una mujer y sus cuatro hijos. Horas después, Turquía respondió atacando al país vecino, lo que ha causado la muerte de varios soldados sirios.
El Gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha solicitado al Parlamento una autorización para llevar a cabo operaciones militares fuera de las fronteras del país euroasiático, que le ha sido concedida, aunque las autoridades han insistido en que ello no supone una declaración de guerra contra Siria.
En este contexto, el Gobierno de Bashar al Assad ha reconocido el hecho, ha pedido perdón y ha prometido que no volverá a suceder, gracias a la mediación de Naciones Unidas, según ha informado el viceprimer ministro turco, Besir Atalay.