El socialista Felipe González (1982-1996) y el popular José María Aznar (1996-2004) han acudido este domingo al Consistorio madrileño, en el Palacio de Cibeles, para recibir las medallas acordadas por el pleno municipal hace algunas semanas y que también ha sido concedida a Adolfo Suárez (1976-1981), enfermo de alzheimer y recluido en su casa desde hace años.
El alcalde madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, empezó a marcar el tono del acto cuando, en su intervención inicial, llamó la atención sobre el "riesgo de olvidar" y subrayó la necesidad de "recordar la capacidad de la sociedad para mejorar su destino, por encima de ideologías".
El homenaje a los expresidentes pasó así a serlo de los años en que han gobernado y del sistema político en que lo han hecho.
El primero en recibir su medalla fue Aznar, quien ha asegurado que los españoles, hace poco más de tres décadas, eligieron la competición pacífica sobre la exclusión, la ciudadanía sobre la desigualdad: "no se trata de admirar la democracia, sino de ejercerla".
Aznar ha expresado el deseo de que los españoles reafirmen y conserven la plena posesión de los valores democráticos y ha pedido no ceder al "desaliento" y mantener la verdad como fundamento de la libertad y sus límites.
Por su parte, Felipe González ha hecho hincapié en los valores de la tolerancia y el diálogo, protagonistas en la transición democrática, y ha subrayado que ahora este sistema parece atravesar por una fase de "crisis de credibilidad" en los países más desarrollados, mientras que en el sur del mediterráneo varios pueblos aspiran a vivir en libertad y democracia.
El exlíder socialista ha señalado que en todas partes el modelo de transición a la democracia español ha sido "admirado y respetado" y ha añadido que ha consistido en crear un espacio público basado en la pluralidad de ideas y el respeto a la diversidad de sentimientos de pertenencia territorial.
Tanto Aznar como González se han mostrado orgullosos de haber presidido España y han recordado con afecto a Suárez y a Leopoldo Calvo-Sotelo (1981-1982), a quien hace unas semanas el Ayuntamiento de Madrid puso una placa en la casa en la que vivió de joven.
El homenaje terminó con un vídeo dedicado a Suárez, el "ausente más presente" del acto, en palabras de Felipe González, y cuya medalla entregará en persona el alcalde Ruiz-Gallardón en una visita privada al domicilio del ex dirigente centrista.
El vídeo sobre Suárez le ha mostraba recordando cómo llegó al gobierno después de ser "un chusquero de la política, que había pasado por muchos puestos de la administración sin pertenecer a una gran familia".
Imágenes de reuniones del Gabinete en los primeros años democráticos, de reuniones de UCD y del intento de golpe de Estado del 23-F atravesaban el vídeo sobre Suárez quien, en unas declaraciones grabadas hace unos años, se confesaba "jubilado de la política. Se puede vivir sin estar en la política, pero sí plenamente inmerso en ella".
A una semana de las elecciones municipales y autonómicas, al acto de hoy, con motivo de la festividad del patrón madrileño, San Isidro, han acudido representantes de todo el Consistorio, así como autoridades regionales.
La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendía, ha sido la representante del Gobierno, en un acto al que han acudido también personajes del mundo de la cultura y el deporte y en el que la concejala Ana Botella disfrutó no sólo como integrante del Ayuntamiento madrileño sino como esposa del premiado José María Aznar.