El terremoto de Lorca ha irrumpido en la campaña electoral que este domingo ha visto como la solidaridad con las víctimas llevaba, al menos temporalmente, la unanimidad a los mítines.

Mariano Rajoy y José Blanco, protagonistas de los actos centrales de sus respectivos partidos, ambos en Asturias, han empezado sus intervenciones con un recuerdo para las víctimas de la ciudad murciana, a cuyos habitantes han enviado mensajes de apoyo. Hasta ese momento, la jornada había confirmado que la economía y Bildu son los temas que mandan en esta primera parte de una campaña electoral que ha hecho un alto esta mañana en el Congreso.

Allí, durante la sesión de control al Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha afirmado que, con Bildu o sin Bildu, el Gobierno seguirá acorralando a ETA y "no consentirá que nadie se aproveche de las instituciones en favor de la violencia".

Y es que Bildu sigue acaparando protagonismo en el debate político, especialmente después de que un preso de ETA mostrase ayer un cartel con las siglas de esa candidatura al salir de prisión. En el PP insisten en que esa imagen "deja meridianamente claro" la relación entre unos y otros, según María Dolores de Cospedal.

"Esa imagen vale más que mil argumentos de seis jueces del Constitucional, más que mil apaños de Zapatero con el PNV y que mil declaraciones de políticos diciendo que Batasuna se ha vuelto buena", ha remachado el líder del partido en el País Vasco, Antonio Basagoiti.

El caso es que Bildu estudia recurrir ante la Junta Electoral porque considera que está recibiendo descalificaciones e injurias al tratar de relacionarles con un acto -la exhibición de la pancarta a las puertas de la cárcel de Herrera de La Mancha- que "ni ha instigado ni ha protagonizado".

Su portavoz, Pello Urizar, también ha enviado un mensaje al hasta ayer preso etarra: "Debe saber que Bildu sólo está dispuesta a luchar por la vía democrática".

Además de Bildu, el otro gran tema de la campaña sigue siendo la crisis económica y, en ese sentido hay menos novedades si cabe.

El PP sigue exhibiendo los datos económicos, con la cifra de parados por delante, para pedir que los votantes castiguen al PSOE en ayuntamientos y comunidades autónomas.

Tampoco es nuevo que los socialistas intenten dar la vuelta al argumento, responsabilicen de la crisis a los anteriores gobiernos del PP y avisen de que, si puede, la derecha cargará contra el Estado de Bienestar.

Por resumirlo en una frase, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ha pedido hoy un voto de castigo al PP porque la derecha, en su opinión, "comparte mesa y mantel con los que provocaron la crisis" y "tiene en el punto de mira" el Estado de Bienestar.

Este empeño de los socialistas en no reconocer la paternidad de la crisis ha provocado hoy que numerosos internautas se confesasen "bellacos", ya que Zapatero aseguró ayer que miente como tal quien diga que el PSOE ha hecho recortes.

"Yo también soy un bellaco", ha dicho el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, en un acto en la provincia de Lugo, mientras que Mariano Rajoy se limita a constatar que los españoles tienen pruebas de todo tipo para saber qué ha pasado con la economía y el empleo durante el gobierno del PSOE.