El operativo, inicialmente previsto para dos días, fue prolongado hasta este jueves tras el temporal de lluvia que obligó a suspender las búsquedas
La Policía portuguesa, junto a efectivos alemanes y británicos, ha retomado por tercer día consecutivo el operativo de búsqueda desplegado en un embalse del Algarve (sur de Portugal) por la desaparición de la niña inglesa Madeleine McCann hace 16 años.
El operativo, inicialmente previsto para dos días, fue prolongado hasta este jueves tras el temporal de lluvia que obligó a suspender de forma temprana las búsquedas en la presa de Arade del martes.
Fuentes de la Policía Judicial lusa consultadas por Efe evitaron concretar si las labores de búsqueda concluirán hoy e insistieron en que no pueden precisar si habrá nuevas informaciones sobre el caso.
A petición de la Policía alemana, los agentes buscan en un embalse que se sitúa a unos 50 kilómetros de Praia da Luz, donde fue secuestrada la menor hace 16 años, un lugar frecuentado por el principal sospechoso del caso, el alemán Christian Brueckner.
Brueckner tenía además en su ordenador imágenes de esta zona, según medios locales, que señalan que la pista de un informador llevó a las autoridades alemanas a solicitar trabajos de búsqueda en el embalse.
El miércoles, la búsqueda se centró en una zona muy acotada por la policía, que se apoyó en maquinaria pesada, perros, georradares y drones.
Durante el operativo, en el que participan decenas de agentes, se ha recopilado material almacenado en bolsas para su análisis.
La zona ya fue rastreada en 2008 por investigadores privados sin éxito pero expertos en medicina forense coinciden en que los avances tecnológicos de los últimos años son fundamentales para resolver el caso si finalmente se encuentran evidencias sobre la desaparición de la niña.
Madeleine tenía tres años cuando desapareció -el 3 de mayo de 2007- de la habitación donde dormía con sus hermanos pequeños en un complejo turístico de Praia da Luz.
Tras años de investigación, el caso dio un giro en 2020 y el alemán Christian Brueckner, preso en su país por otros delitos, se convirtió en principal sospechoso.
La Fiscalía alemana de Braunschweig trabaja con la teoría de que Madeleine murió a manos de Brueckner, que cuenta con un amplio historial de crímenes por abusos sexuales y pederastia, algunos de ellos en Portugal.