Zapatero participó en Elche en un mitin del PSOE, en el primer acto multitudinario al que asiste después de que el Consejo de Ministros aprobara el pasado jueves el plan de ajuste contra la crisis.
Ante unos 5.000 alcaldes, concejales, simpatizantes y militantes del PSOE, Zapatero quiso dejar claro que el sacrificio que “necesariamente” ha pedido a la sociedad española “no es en vano”, sino que “sirve” y que “es útil”.
Dirigiéndose especialmente a empleados públicos y pensionistas, los dos colectivos más afectados por los recortes, Zapatero les dijo que “contribuyen al porvenir de este país” y a asegurar la solvencia, la credibilidad y la confianza de España en el mundo.
Y a que “nadie pueda dudar en ningún momento de que España es un país fuerte”, sentenció, para preguntar retóricamente “cómo no va a cumplir con sus deberes y a pagar las deudas” una potencia económica como este país.
A un año de las próximas elecciones municipales y autonómicas, Zapatero agradeció su coraje a todos los alcaldes, que son los que tienen que ver cada día a los ciudadanos con más dificultades.
Precisamente ante ellos quiso ayer “rendir cuentas” y explicarles en qué momento está la lucha contra la crisis, por qué se adoptaron las medidas de recorte y con qué objetivos, especialmente con el fin de preservar el Estado del bienestar para las próximas generaciones.
Según subrayó, estas medidas no suponen un cambio en la política económica del Gobierno, “y menos aún cambian las señas de identidad” del PSOE.
En la que fue su única referencia a una hipotética subida de impuestos a los que tienen más, apuntó: “A quienes más posibilidades económicas tienen hay que pedirles más esfuerzo, y así lo haremos”.