Un panel de expertos designado por el Gobierno de Japón recomendó hoy al país dotarse con "capacidades de contraataque" en un entorno de seguridad cada vez más hostil, en un informe que se tendrá en cuenta para elaborar la nueva Estrategia de Seguridad Nacional.
El informe fue encargado a un grupo de expertos liderado por el exembajador de Japón en Estados Unidos, Kenichiro Sasae, con el cometido de identificar las prioridades de Japón para mejorar su política de Defensa ante los desarrollos armamentísticos de Corea del Norte o el auge militar de China.
El documento recomienda incrementar el gasto nacional en Defensa y financiar estos costes adicionales a través de distintas medidas fiscales, en línea con lo que pretende el Partido Liberal Democrático (PLD) que lidera el primer ministro, Fumio Kishida.
"El entorno de seguridad alrededor de Japón es cada vez más severo, y el fortalecimiento de las capacidades de Defensa es una de las misiones del Gobierno y la oposición para proteger nuestro territorio", dijo Kishida en una reunión de su Gabinete tras recibir el informe.
Entre las medidas concretas para reforzar las capacidades militares nacionales destaca la recomendación de contar con "capacidades de contraataque", que según el documento consiste en dotarse de sistemas armamentísticos capaces de alcanzar bases clave o centros de control del enemigo en caso de una ofensiva.
Este concepto deberá ser ahora discutido por el Ejecutivo nipón para su posible inclusión en la nueva Estrategia de Seguridad Nacional, la hoja de ruta en materia de Defensa para los próximos años que está previsto que se apruebe en diciembre.
La propuesta está generando debate en Japón debido a que una posible interpretación amplia del concepto de "contraataque" podría generar conflicto con la Constitución pacifista nipona, que renuncia a la guerra como forma de resolver conflictos internacionales.
El Ejecutivo nipón aprobó el pasado agosto un proyecto de presupuesto de Defensa para el próximo año que incluye un nivel de gasto récord y la adquisición de nuevos sistemas de armamento.
Entre ellos figuran misiles hipersónicos y de largo alcance, armas que podrían emplearse en ataques contra objetivos a gran distancia y que encajarían en las nuevas capacidades de contraataque.
El presupuesto, destinado al ejercicio fiscal 2023 que arrancará el próximo marzo, está pendiente de aprobación definitiva en el Parlamento nacional e incluye un gasto del 7,5 % más que el año anterior, además de una partida indefinida para desarrollar las capacidades militares en los próximos cinco años que elevará la cifra final a una cantidad mayor.