El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, aprobó este jueves un plan de acción para las fuerzas armadas del país que busca causar el menor daño posible a civiles en sus operaciones militares.
"La protección de civiles es una prioridad estratégica y un imperativo moral". Con esta tajante frase comienza Austin su explicación del Plan de Acción de Respuesta y Mitigación del Daño a Civiles (CHMR en su sigla en inglés), avanzado por el diario The New York Times.
En un informe de 46 páginas repartido en once grandes objetivos se condensa esta normativa interna que pasa por todos los niveles del Departamento de Defensa y de las Fuerzas Armadas estadounidenses para inculcar la necesidad de tener siempre en cuenta la posible presencia de civiles en cada una de las operaciones que se preparen.
Incluye así recomendaciones en todos los ámbitos, desde el entrenamiento hasta los ejercicios, la planificación de las operaciones e incluso la elección de los objetivos a los que atacar, apostando cuando sea posible por aquellos que no causarían bajas humanas.
El Pentágono deja claro en este escrito que este plan no significa que no se tuvieran antes en cuenta el riesgo de daños a civiles, pero sí insiste en la necesidad de reforzar todas las medidas y precauciones para evitarlos.
También apuesta por mejorar la inteligencia y el reconocimiento de los objetivos para evitar errores que llevan a causar daños civiles.
"Las acciones contenidas en este plan son a un tiempo ambiciosas y necesarias y requerirán liderazgo", dijo Austin en su mensaje sobre el plan, que será vigilado por un comité de supervisión.