Un perfil muy bajo y alejado del foco público tras conocerse que fue el ejecutor del cubano-argentino Ernesto Che Guevara, en 1967, caracterizó al militar boliviano Mario Terán Salazar, que falleció este jueves a sus 80 años y se llevó a la tumba la verdad sobre cómo fue la muerte del guerrillero.
Terán Salazar nació en abril de 1941 en la región central de Cochabamba y murió esta madrugada en la oriental Santa Cruz tras haber permanecido por varios días en un hospital militar de esa ciudad, en la que vivió casi de incógnito en los últimos años y con protección de sus camaradas.
El militar retirado arrastraba algunos problemas de salud que probablemente por la edad se habían agravado hasta su deceso, según comentó a Efe el general Gary Prado Salmón, quien siendo capitán capturó vivo a Guevara el 8 de octubre 1967 en la aldea boliviana de La Higuera, en el oriente del país.
Prado Salmón recordó que Terán fue su estudiante en la escuela de Sargentos en 1961 y aseguró que le tuvo mucho aprecio e incluso le recomendó que mantuviera un "perfil bajo" ante el "acoso" sufrido por ser el ejecutor del Che.
INCÓGNITAS QUE PERMANECEN
La muerte del Che Guevara, el 9 de octubre 1967, sigue rodeada de incógnitas sobre aspectos de cómo fue ordenada por el Gobierno del militar René Barrientos a instancias o no de Estados Unidos.
El periodista Juan Carlos Salazar, que hizo la cobertura de la guerrilla del Che en Bolivia, comentó a Efe que muchos detalles que se saben hoy no se conocieron el mismo día de su muerte, entre ellos la decisión sobre su ejecución, ni quien cumplió con la orden.
En una entrevista con Efe en 2016 Prado Salmón afirmó que, tras una batalla, capturó al Che con vida y lo entregó a sus superiores, pero la decisión sobre su muerte la tomaron el entonces presidente Barrientos y sus altos jefes militares Alfredo Ovando y Juan José Torres.
Según Salazar, hay muchas discrepancias sobre los códigos para ordenar su ejecución y sobre la reacción que tuvo Guevara cuando Terán se le presentó para ejecutarlo.
Prado Salmón aseguró que la ejecución de Guevara fue una "disposición que fue tomada en razón del interés nacional" y que Terán simplemente cumplió con la orden "sin despedidas, sin discursos", como se cree.
Una de las frases que se repite en los relatos es la del testimonio que Terán dio a la periodista francesa Michèle Ray, en diciembre de 1967, y que se publicó en la revista Paris Match que señala que al verlo, Guevara le dijo "póngase sereno, usted va a matar a un hombre".
"Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga, comentó Terán en la que fue la primera publicación que reveló que Guevara fue ejecutado, rememoró el periodista Juan José Toro.
LEJOS DEL FOCO MEDIÁTICO
Toro fue uno de los pocos comunicadores que pudo entrevistar a Terán tras la revelación en Paris Match, y lo hizo en 2014 junto al español Ildefonso Olmedo para el diario El Mundo.
"Se estaba ocultando, el Ejército boliviano lo tapaba como podía", comentó Toro, y también recordó la "labor de vigilancia" que hizo para confirmar que se trataba de él.
"Para ese momento, ya era un hombre que se encorvaba un poco, de ojos pardos, lo recuerdo muy bien", agregó el informador que se dedica también a la investigación historiográfica.
En esa entrevista, Terán negó haber sido el ejecutor de Guevara, dijo que fue algún homónimo suyo, pero sí admitió que estuvo en la zona de Ñancahuazú, donde se combatió a la guerrilla.
Algunos testimonios señalan que cuando se pidieron voluntarios para cumplir con la orden de ejecución del Che y de Willy, otro guerrillero capturado, se ofrecieron Bernardino Huanca y Mario Terán.
Según Toro, Terán tenía "una rabia contenida" contra Guevara porque justo antes del combate en el que cayó el guerrillero, le negaron un permiso para ir a conocer a su hijo recién nacido y por eso se ofrece para matarlo.
"Lo cierto es que Mario Terán se llevó el secreto a la tumba porque él es el único que estuvo presente durante la ejecución", dijo Salazar por su parte.
¿SE ROMPE LA "MALDICIÓN"?
Las desgracias y atentados sufridos por varias personas que estuvieron vinculadas a la muerte de Guevara dieron lugar a una especie de "leyenda negra" sobre una supuesta "maldición del Che", recordaron los periodistas.
Salazar mencionó como ejemplos el accidente de aviación en el que murió el presidente Barrientos en 1969, y el atentado en que falleció el coronel Joaquín Zenteno Anaya, encargado de transmitir la orden de la ejecución.
También están el asesinato de Juan José Torres en Buenos Aires, la muerte del hijo de Ovando Candia en un accidente de aviación, y el disparo supuestamente accidental que dejó paralítico en 1981 a Prado Salmón.
"Curiosamente, el hombre que le disparó, el que accionó la metralleta que liquidó al Che ha muerto de viejo", apuntó Toro y consideró que esta "maldición del Che" es "una serie de coincidencias" que se han desmitificado con la muerte de Terán "sin que le haya ocurrido una desgracia muy grande".
A su juicio, en esto también tuvo mucho que ver la protección que recibió del Ejército boliviano para mantener un perfil bajo.
"Es un hombre que ha pasado la mayor parte de su vida en la sombra, se ha ocultado durante 55 años, pero ha pasado a la historia por ser el hombre que ha matado al Che Guevara", opinó Toro.
Para Salazar, Terán fue "simplemente el ejecutor de una orden emanada desde La Paz" y lamentó que los archivos militares bolivianos sobre sucesos como éste permanezcan cerrados.