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Miércoles 18/12/2024
 

Motor

Mercedes-Benz A 200 7G-DCT: el coche fantástico ya es una realidad

El nuevo sistema multimedia MBUX (Mercedes-Benz User Experience) tiene la capacidad de aprender gracias a la inteligencia artificial

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Cuando Michael Knight, el personaje que encarnaba el actor estadounidense  David Hasselhoff en la serie de televisión 'El coche fantástico' quería comunicarse con su coche, allá por 1982, éste hablaba con su reloj pronunciando el ya famoso "KITT, te necesito". Han pasado 36 años y ahora el espíritu de Kitt lo ha adoptado la cuarta generación del Clase A del fabricante alemán Mercedes-Benz, perteneciente al Grupo Daimler.

La tecnología un tanto futurista del mítico Pontiac Firebird Trans Am, un vehículo deportivo biplaza que la ya extinta marca estadounidense Pontiac  construyó para su matriz General Motors, se ha mudado al modelo compacto de la estrella.

El nuevo Clase A tiene una longitud de 4.419 milímetros (127 mm más que la generación anterior), una anchura de 1.796 mm (16 más), una altura de 1.440 mm (7 más), una distancia entre ejes de 2.729 mm (30 más), un coeficiente aerodinámico de 0,25 Cx (0,4 puntos menos) y un peso de 1.375 kilos.

El modelo analizado es el A 200 con cambio de doble embrague 7G-DCT, que desarrolla una potencia máxima de 163 CV a 5.500 rpm, tiene un par  motor de 250 Nm, disponible entre las 1.620 y las 4.000 rpm; y consume 5,1 l/100 km de media, que en la prueba ha llegado a 6,3 l/100 km.

En su gama de motores destacan cuatro mecánicas de gasolina, que desarrollan potencias de 136, 163, 190 y 224 CV; y un propulsor diésel de 116 CV.

Mercedes-Benz ha incorporado a la Clase A dos nuevos motores de cuatro cilindros: el M 282, con 1.4 litros de cilindrada y hasta 163 CV, con innovaciones como la desconexión de cilindros (en combinación con el cambio 7G-DCT) y la culata de forma triangular; y el M 260 con 2.0 litros, 224 CV y 350 Nm, que está destinado al A 250 4Matic.

También es nuevo el motor diésel de cuatro cilindros (OM 608) con 1.5 l de  cilindrada, 116 CV y 260 Nm de par motor.

Entre los aspectos más destacados de esta mecánica diésel cabe mencionar el sistema de depuración de gases de escape junto al motor con tecnología AdBlue, un turbocompresor de respuesta optimizada y la refrigeración por agua del aire de sobrealimentación.

Para el modelo probado, así como para el 180d, se ha desarrollado un nuevo cambio de doble embrague de 7 velocidades, que incorpora levas de cambio en el volante, que se distingue por su peso reducido, por el uso que hace del motor a bajas revoluciones y por sus cuatro modos de conducción (ECO, Confort, Sport e Individual).

El Clase A carece de palanca de cambios en la consola central, donde se ubica un panel táctil (touchpad) destinado al sistema de infoentretenimiento, por lo que el mando selector se ubica en la palanca derecha del volante, como en los modelos americanos.

El comportamiento en ruta de la unidad analizada es bueno, tanto en recta como en vías con continuos cambios de dirección.

En el paso por curva rápido, el Clase A se adapta perfectamente a la vía y no transmite sensación de inseguridad en ningún momento a pesar de que la trazada sea viva.

La dirección transmite con rapidez lo que acontece debajo del carenado y la actuación, con determinación, del sistema de frenos invita a confiar en la buena dinámica del vehículo.

Otro de los elementos que reseñar de este modelo es lo bien sellado que se encuentra el interior del habitáculo, lo que evita que se perciban ruidos de rodadura o del propulsor por parte del conductor o de los pasajeros.

En el exterior, lo primero que llama la atención es su imponente diseño del frontal, caracterizado por un capó bajo, así como su llamativa calandra, cuya silueta se ensancha hacia abajo.

La zaga, por su parte, se ve acentuada por la baja altura del vehículo y por las ópticas integradas en el parachoques trasero, de estructura modular y dividido en dos secciones, que también resaltan la zona de los hombros.

En el interior, el tablero de instrumentos está dividido en sentido horizontal en  dos volúmenes: la sección inferior está separada del cuerpo principal del tablero por una hendidura óptica que hace que parezca flotar libremente por delante de los instrumentos.

A su vez, la parte superior del tablero de instrumentos constituye la base para los difusores de ventilación en efecto turbina y para la pantalla panorámica, que  en el modelo probado tiene dos visualizadores de 10,25 pulgadas.

Además, la iluminación ambiental cuenta con 64 tonalidades y 10 conceptos cromáticos para crear distintos estilos de ambiente en el habitáculo y configurar  una gran variedad de ajustes individuales.

Las butacas delanteras del Clase A son deportivas y de tipo baquet, lo que permite una mayor sujeción del cuerpo en carreteras reviradas.

En comparación con el modelo al que precede, los asientos de la parte trasera del nuevo Clase A tienen más anchura para los hombros y para los codos, y  una mayor altura hasta el techo, así como un acceso más sencillo.

Eso sí, no será complicado que un pasajero que exceda los 1,80 metros de altura pueda dar con la cabeza en el guarnecido.

El maletero cubica 370 litros, lo que supone un incremento de 29 litros en  comparación con su antecesor, y puede alcanzar los 1.210 litros si se abate la segunda fila de asientos.

Pero donde más sorprende a propios y extraños el nuevo Clase A es en  materia de infoentretenimiento, lo que ha permitido la comparación con Kitt con la que se inicia este análisis.

El nuevo sistema multimedia MBUX (Mercedes-Benz User Experience) tiene la capacidad de aprender gracias a la inteligencia artificial, al tiempo que permite la personalización y adaptación al usuario.

Gracias al mando fónico inteligente con reconocimiento de voz natural, que se activa con la palabra clave 'Hey Mercedes', se le puede pedir al coche que haga cosas diferentes sin que tengamos que manipular botones o retirar la vista de la carretera.

Introducir destinos, llamar por teléfono, seleccionar la música, escribir y escuchar mensajes, consultar el pronóstico del tiempo, la climatización, la calefacción o las luces es posible con pronunciar las palabras mágicas "Hey Mercedes".
El sistema reconoce el lenguaje natural y puede reaccionar a casi cualquier palabra, porque entiende prácticamente todas las frases que se utilizan en el contexto de los sistemas de infoentretenimiento y de manejo del vehículo.

Otra parte destacada del sistema de infoentretenimiento es el manejo táctil integral, mediante la combinación de pantalla táctil, panel táctil (opcional) en la consola central y botones de control táctil en el volante.

También es de nota la nueva función de realidad aumentada, que permite utilizar una imagen de vídeo del entorno (tomada por la cámara frontal del vehículo) y mostrarla en la pantalla completada con información útil del sistema de navegación.

El sistema MBUX también ha permitido a Mercedes-Benz desarrollar una serie  de servicios Mercedes me connect nuevos y mejorados.

Entre ellos se encuentran las funciones de navegación basadas en la comunicación Car-to-X (información transmitida de un vehículo a otro sobre circunstancias registradas por los sensores) como una frenada de emergencia, la intervención del ESP, comunicaciones manuales del sistema transmitidas por el conductor, la localización del vehículo y una alerta en caso de que el vehículo haya sido golpeado o remolcado mientras está aparcado.

Con el nuevo Clase A además se puede hacer una conducción semiautónoma por las distintas ayudas que puede montar, caso del asistente de frenado activo, sistema de alerta por cansancio, asistente de distancia Distronic con asistente activo de dirección, el de cambio de carril, el de parada de emergencia, el de maniobra evasiva, el control activo de ángulo muerto, el asistente para señales de tráfico, la ayuda activa para aparcar Parktronic con cámara de 360 grados y la cámara de visión trasera (de serie), entre otros.

En definitiva, la cuarta generación del Mercedes Clase A es un modelo completamente renovado y que poco conserva de sus predecesores, tanto en el interior como en el exterior, más allá de la estrella característica de la marca.

El precio de la unidad probada (33.657 euros) le sitúa a la cabeza de la abundante competencia a la que se enfrenta, en la que se pueden encontrar modelos por debajo de los 20.000 euros y algunos por encima de los 30.000.

Ahora bien, ninguno de sus competidores incorpora un sistema de infoentretenimiento tan potente e innovador como el del Clase A, ni la cantidad de sistemas de ayuda a la conducción que monta, propios de un segmento superior.

El ya famoso 'KITT, te necesito' ha pasado a la historia de la televisión, pero el nuevo 'Hey, Mercedes' ha sido diseñado para marcar un antes y un después en el presente y futuro de los sistemas de infoentretenimiento del vehículo.
 

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