El Ayuntamiento cerrará el vertedero municipal ya que, desde que se abrió, en 1998, operaba de forma "irregular", según ha señalado el concejal de Sostenibilidad, Miguel Díaz.
El proceso para sellar la instalación se prolongará durante un mes, periodo que el Consistorio utilizará para buscar emplazamientos alternativos en los que habilitar una nueva, ha indicado Díaz, que ha comparecido en la rueda de prensa posterior a la junta de gobierno local.
Según ha explicado Díaz "el vertedero no cuenta con la autorización ambiental ni los permisos administrativos necesarios para garantizar el buen tratamiento de los residuos".
Así, con esta iniciativa de sellar el equipamiento, el Consistorio, según Díaz, defiende "la legalidad por un lado y los valores medioambientales y sostenibles, por otro".
El Ayuntamiento podría tener que hacer frente a una multa de dos millones tras un expediente sancionador que le ha abierto la Junta de Andalucía por el uso de un vertedero irregular. "El funcionamiento de esta instalación ha provocado incendios y emisiones de gases. El vertedero albergaba muebles cuando, en teoría, estaba destinado a contener material inerte, como escombros de obras", ha indicado el portavoz.
La Delegación de Urbanismo reservará en el futuro PGOU suelos en los que construir un vertedero alternativo, según ha informado, al tiempo que ha recordado que el sellado de la instalación ronda los dos millones de euros, dinero que el Gobierno local tratará de obtener a través de Fondos Feder.
La decisión de cerrar el vertedero no afectará a la recogida de los residuos ya que, según Díaz, estos se trasladarán a una planta de tratamiento que la concesionaria del servicio tiene en Casares (Málaga) después de un acuerdo entre el Ayuntamiento y la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol, titular de la competencia.
Asimismo, el Consistorio impulsará la construcción de puntos limpios, de los que el municipio carece, en los que depositar restos orgánicos, como los restos de podas.