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Lunes 25/11/2024
 

Málaga

Los vecinos del Soho hartos del ruido y de la contaminación

Las obras de la Alameda, patinetes, falta de aparcamiento, problemas de acceso, muchos son los problemas de los residentes de esta zona de Málaga

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Motos aparcadas en aceras en el barrio malagueño del Soho.

Motos aparcadas en aceras en el barrio malagueño del Soho.

Coches aparcadas en aceras en el barrio malagueño del Soho.

Motos aparcadas en aceras en el barrio malagueño del Soho.

  • Piden bajar a 30 la velocidad en una zona por la que pasan a diario una gran cantidad de vehículos
  • La asociación ha criticado que al Ayuntamiento por no “aminorar el impacto medioambiental”

“Hemos padecido bastante”, ha dicho Victoria Moreno, presidenta de la Asociación Centro-Sur Soho, haciendo referencia a los problemas que sufre el barrio con los patinetes, motos, tráfico, la falta de aparcamiento para residentes y los accesos al Soho; además de la “larga y ruidosa” obra de la Alameda y el turismo “de panda”. Moreno ha criticado al Ayuntamiento de Málaga por “deshumanizar” las acciones que han traído a los vecinos de la zona “contaminación acústica y medioambiental”.

“Es como un monstruo que necesita alimentarse y necesita más, se le ha quedado el Centro pequeño y necesita extenderse aquí, extenderse a la Malagueta; mientras haya edificios y haya residentes esto no se puede hacer”

Los problemas con los patinetes continúan, desde la asociación han denunciado el ruido a altas horas de la noche que genera este extendido medio de transporte. “Ponen aparcamientos para patinetes, pero no se dan cuentan que en el momento en el que empiezan 30 patinetes a quedarse sin batería o no sé el porqué de los pitidos y de las luces, el edificio que está encima se pasa toda la noche oyendo pitidos”, ha afirmado Moreno.

Además, “siguen dejándose mal”, ha añadiendo, indicando que “entre patinetes, motos y todo, la zona peatonal la tenemos hecha polvo”. Así, ha sumado lo perjudicial de que los patinetes circulen por zonas peatonales, “porque van a veces en panda y tienes que ir esquivándolos”. Así, ha puesto como ejemplo: “Tomás Heredia está peatonalizada, pero pasan bicicletas, patinetes y por supuesto coches”.

Asimismo, a los problemas se suma que “esto se ha convertido en aparcamientos de patinetes y de motos en cualquier sitio, y sin tener espacio para residentes, ni lo vamos a tener”, ha reivindicado Moreno, agregando que se complica los fines de semana, “aprovechan para aparcar los de fuera cuando vienen al Muelle”.

Las obras interminables

Las obras de la Alameda dibujaron un nuevo mapa para los vehículos, reconduciendo la mayoría del tráfico hacia el Muelle Heredia, “nos han pasado aquí todo el tráfico del mundo”, ha incidido Moreno, “aparte de contaminación acústica y contaminación de CO2, esa calle tiene muchos socavones, pues cada vez que pasan los coches, los camiones, los autobuses, todos los vecinos, toda el día, están oyendo el ‘bom bom’, un ruido horrible”.

Así, ha recordado la reunión que tuvieron con el Ayuntamiento de la que “no sacamos nada”. En dicho encuentro pedían, entre otras cosas, la propuesta 30 kilómetros por hora en el Muelle Heredia y la colocación de redares. “No veas las velocidades, dicen que eso lo controlan los semáforos, pero eso quien los respete, porque a partir de cierta hora, por la noche, las motos van a toda velocidad y el ruido les da igual”. “Con unos radares, con poner a 30 y con asfaltar la calle y ya nos aminoraría un poco, vamos a seguir teniendo todo el tráfico del mundo, pero por lo menos aminora el impacto medioambiental”, ha propuesto la presidenta.

“El tráfico y la obra nos ha arrinconado completamente, hemos padecidos bastante, aquí no se sienta nadie a ver que hay personas y deshumanizan completamente cualquier acción”, ha hecho hincapié Moreno.

Desde la asociación se sienten “decepcionados”. “Cuando se empezó a hablar de la Alameda se suponía que iba a volver a ser ese paseo originario, para pasearse debajo de los ficus, y la sorpresa es que lo han cambiado todo”, ha incidido, alegando que “la sombra se la han dejado a los coches, en contra de que el peatón vaya por la solera y esperemos que sin tener que sortear muchas terrazas”.

“En esta Málaga donde los grados están subiendo sabemos que necesitamos los árboles y es lo primero que aquí cortan, para poner palitos de naranjos, que no es lo ecológico”, ha dicho, matizando “que lo ecológico no es porque sea mono o porque adorne, sino porque te dé oxígeno y para que te sirva para dar frescor y para mitigar grados en una Málaga que tenemos muchísimos en verano”, ha justificado la presidenta.

“Las obras de la Alameda es una zona que nos está contaminando bastante y no ha podido ser más larga y más ruidosa”, algo que también han hablado con el Consistorio, “uno cuando va a empezar una obra aminora el impacto, porque aquí vive gente y no han tenido ni la mínima para tener una deferencia”, ha protestado Moreno.

Sin acceso a sus casas

El puente de la Misericordia quedó cerrado al tráfico, excepto algunas excepciones como los taxistas, un privilegio del que no gozan los vecinos, “el residente que tiene el garaje ahí, en la Alameda de Colón o cerca, no puede pasar por ahí, tiene que irse hasta el Carmen, donde está el CARE, para dar toda la vuelta”, ha explicado.

Sin embargo, “vemos pasar coches, el otro día una vecina le dijo a la policía que estaban pasando coches y este dijo que se habría colado;  impunidad a cualquiera que se pone en la zona peatonal o en dirección prohibida, no hay ningún control, no hay cámaras y no hay nada”, ha criticado.

Del mismo modo, ha subrayado que “el residente tiene que dar la vuelta, no podemos pasar por ahí para dejar a una persona mayor o si tienes que dejar una compra; mientras que los taxis pueden pasar a la zona peatonal para dejar al turista, pero en fin, es una infraestructura turística”, ha lamentado Moreno. “No hay ningún sentido, es como decir te lo pongo tan difícil a ver si te vas o dejas el coche”, ha sentenciado.

Por último, el turismo “de panda”, de los que tanto se han quejado los vecinos del Centro se ha extendido al Soho. “Es como un monstruo que necesita alimentarse y necesita más, se le ha quedado el Centro pequeño y necesita extenderse aquí, extenderse a la Malagueta; es una cosa que deben de comprender, mientras haya edificios y haya residentes esto no se puede hacer”, ha concluido.

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