Las reacciones a la tragedia que rodearon la muerte y el angustioso rescate del pequeño Julen, que cayó en un pozo en una finca en Totalán el pasado enero, siguen sucediéndose a pesar del tiempo transcurrido.
La última de ellas, una petición de firmas iniciada por María del Amor Sempere Sierra a través del portal Change.org, con la que solicita a los propietarios de la finca, a los Ayuntamientos de Totalán y de Málaga y a la Junta de Andalucía que conviertan los terrenos afectados por los movimientos de tierra en “un nuevo bosque mediterráneo con especies autóctonas como la encina, el algarrobo, el pino y el alcornoque y que se coloque un monumento al pequeño Julen a la sombra de los árboles para que podemos recordarlo con algo hermoso y donde los niños puedan jugar recordando por y para siempre quién fue Julen y lo que le pasó allí”.
Así, en esta petición recuerdan que “durante el heróico rescate de Julen en el que todos hemos luchado, algunos in situ en la montaña y otros desde nuestros hogares con el corazón, se han movido toneladas de tierra arrasando con la vegetación existente y dejando una fea y gigantesca cicatriz que, visible desde decenas de kilómetros, nos recuerda el más amargo de los sucesos”.
Julen se ha ido, pero “puede dejarnos un regalo con el que podremos recordarlo eternamente con un hermoso legado de vida, naturaleza y aire puro, donde su recuerdo perdure jugando entre árboles, naturaleza y verdor, convirtiéndose así en un pulmón de alegría”.