El pasado verano, concretamente en el mes de julio, a punto de cumplir los 32 años, Laura Berrocal fue elegida hermana mayor de la Archicofradía de la Sagre, a la cual pertenece desde el día de su nacimiento. Fueron unas elecciones que afrontó con el apoyo incondicional de amigos y familiares. Entre ellos, como no, su padre, Ricardo Berrocal, que ya llevó las riendas de la hermandad del Miércoles Santo décadas atrás.
-Se presentó a la elección en un segundo proceso por la ausencia de candidatos. ¿Por qué dio el paso?¿Se ha resentido la convivencia de la hermandad?
-Internamente la cofradía está trabajando en integrar a la mayor cantidad de hermanos posible, que esté abierta a la ciudad y que cada vez haya un mayor número de hermanos. Me presenté porque después de diferentes consideraciones personales y conversaciones con hermanos de la cofradía y amigos, decidimos dar el paso.
-¿Y qué le decían?
–Me animaban a que lo hiciese porque era una persona que pensaban que podía hacerlo bien. Confiaban tanto mayores y jóvenes con las distintas ideas que puedan tener unos y otros. Después de reflexionarlo con mi marido, me decidí a dar el paso por mí misma y porque tenía un gran respaldo.
-Usted nació en los 80. ¿Influye en cómo afrontar la gestión?
–He crecido en la cofradía, soy hermana desde el día en que nací y he vivido distintas etapas con mi padre como hermano mayor, con los cuatro hermanos mayores que ha habido después, los últimos ocho años con cargo en la cofradía...Tengo una visión propia por lo que he vivido y por las personas con las que lo he vivido. La visión que pueda tener es distinta también porque los tiempos van cambiando. Yo soy de la opinión de que debemos respetar la esencia adaptándonos a los nuevos tiempos.
-Hacía referencia a su padre, Ricardo Berrocal, que fue hermano mayor años atrás. ¿Le ha dado algún consejo?
–Lo principal es que cuento con el apoyo y también con la fuerza y la calma
porque, aunque son buenos momentos, nos encontraremos con alguna piedra y habrá que estar preparados para solucionarlo. Saber que está ahí conmigo es muy importante.
-Siempre apostó por la juventud. ¿Cómo se encuentra la cofradía en este sentido?
–El número de jóvenes es muy elevado. Se han incorporado en todas las áreas y en cargos de responsabilidad, de hecho el albacea general tiene 21 años. Alrededor del 70 por ciento de la junta son jóvenes y, me repetiré mucho, pero los jóvenes han encontrado un gran equilibrio con los de mayor edad o experiencia. Se están entendiendo a la perfección. También se observa que hay generaciones que son menos habituales que otras. Por ejemplo no hay tantos hermanos de entre 40 y 50 años como de entre 20 a 30. Hay algún que otro salto generacional.
-La Sangre se ha visto envuelta en ocasiones de polémica por la incorporación de las mujeres en los varales.
–Para mí la polémica no ha existido nunca porque desde siempre ha habido mujeres que han llevado en el traslado al Cristo o las andas de la Virgen. Estamos abiertos a que pueda participar cualquier hermano o hermana en cualquier puesto, de hecho la hermana mayor es una mujer. Hace ya dos años que sale una mujer el Miércoles Santo llevando el Cristo. De momento no hay ninguna que portea Consolación Y Lágrimas pero si viniese, bienvenida sea. Sólo se pediría, como a todos, los portadores, que alcance la altura que marcan los tronos porque nosotros no llevamos tacos. Por evitar que las circunstancias se puedan sacar de contexto, este año el trono será tallado. No creo que la Sangre sea machista.
-¿Cuáles son los proyectos en cuanto a patrimonio?
–Nada. Hay que seguir trabajando en el desembolso de los proyectos que hemos llevado a cabo y concentrarnos en otros pilares como son la caridad, la formación o el culto. Que en estos cuatros años pueda haber algún tipo de proyecto menor, puede, pero no creo.
-Habla de la potenciación de cultos pero ¿cómo es la relación con la parroquia de San Felipe?
–Excelente. Tanto con el director espiritual, como con el sacristán como con las otras dos hermandades y la Orden de Servitas existe una buena coordinación. Estamos intentando hacer actividades conjunt0as.
-Hace tiempo que realizan ensayos de portadores. ¿Cuál es el balance?
–El balance que hacemos es positivo. No sólo por los ensayos sino también por las reuniones, especialmente por la convivencia. Los hombres de trono se ven beneficiados y los propios compañeros van contagiando a los que no pueden ir. Los tronos han mejorado notablemente en sus desfiles pero la implicación y la convivencia son también puntos a resaltar.