El verde de las paredes invita a dar un paseo sosegado, deteniéndonos a curiosear cada sofá o alacena. Los detalles amarillos, con sus siempre energéticas margaritas, nos recuerda que nunca debemos tirar la toalla y que si caemos, siempre habrá una mano amiga. Han vuelto a darle una vuelta de tuerca al concepto de tiendas solidarias. Cudeca estrena outlet en el polígono El Viso de la capital. Un gran espacio de 800 metros cuadrados donde adquirir muebles, objetos de decoración, libros y ropa al peso por solo cuatro euros el kilo. La fundación dedicada al cuidado del cáncer en fase avanzada canaliza así una ayuda que desde hace años rechazaba por falta de sitio y, al mismo tiempo, encuentra hueco para gestionar el armario de sus tiendas solidarias, dieciséis con ésta en toda la provincia, que se multiplica en cada cambio de estación. Y es que cada mes pueden recibir hasta 300 toneladas de solidaridad y nada sobra. Lo que no se pone a la venta, se vende para reciclar. Las manos de más de una veintena de voluntarios son necesarias para seleccionar, clasificar y perchar con mucho mimo cada prenda.
Ahora, además, desde 15 a 150 euros podemos dar una nueva vida a nuestro salón o nuestra terraza con muebles seminuevos, piezas vintage, muchas de ellas pequeños tesoros. Mucho trabajo que requerirá de más altruismo si cabe. “Ahora mismo necesitamos de 20 a 30 voluntarios para este espacio y pensamos incluso en probar a abrirlo también por las tardes para aquellos que no pueden acercarse por las mañanas, de 9:30 a 13:30 horas”, explica Daniel Beaudet, responsable de tiendas. Talleres para customizar la ropa o restaurar muebles están entre los planes a corto plazo para reiventar las ventas en su espacio en avenida Ortega y Gasset, 246, que se inaugurará “de forma oficial” el próximo viernes 10 de junio. Aún buscan profesor para enseñar a customizar prendas, como vaqueros o camisas, aportando un añadido a nuestra compra solidaria. De momento, en apenas unos quince días desde que abrieron sus puertas, está funcionando muy bien.
Y es que los grandes retos que Cudeca tiene este 2016, sin duda, necesitan pensar a lo grande. “El sueño es abrir un centro de formación en cuidados paliativos para profesionales de toda España, es una asignatura pendiente todavía en nuestro país y queremos aportar toda la experiencia y trayectoria de nuestra fundación”, cuenta. En 2015 atendieron a casi 1.200 pacientes gracias a los cinco equipos de atención a domicilio con los que cuentan y, en breve, ampliarán el servicio con un sexto “porque este año hemos incrementado en un 20 por ciento el número de usuarios”. Lo que empezó como el sueño personal de la británica Joan Hunt, tras perder en 1992 a su marido Fred, se ha convertido en todo un referente para la atención de enfermos terminales de forma gratuita.
Un largo camino de más de 24 años en el que han pasado de contar con una pequeña consulta de pacientes externa a un centro de cuidados paliativos en Benalmádena.
Los espacios solidarios para vender objetos de segunda mano siguen siendo su principal sostén y fuente de ingresos junto a las donaciones, cuotas de socios o la recaudación de los muchos eventos benéficos que celebran. Y que crecen conforme el buen tiempo se acerca. Más de 600 voluntarios hacen posible que el engranaje siga rodando cada día. En 2017 Cudeca cumplirá un cuarto de siglo ayudando a pasar lo mejor posible los últimos días de quienes padecen el cáncer. Puedes conocer más sobre ellos y cómo ayudar en www.cudeca.org.