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Nacen descendientes de tortugas que iban a convertirse en exóticos platos de restaurante

Son dos tortugas palustre asiática, un ejemplar que se encuentra en grave peligro de extinción

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  • Llegaron a Málaga tras la incautación en Hong Kong de miles de ejemplares cuando eran transportadas ilegalmente en barco

Dos ejemplares de tortugas palustre asiática, una especie catalogada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como en grave peligro de extinción, han nacido en el centro Bioparc de la localidad malagueña de Fuengirola.

Ambas nacieron el pasado mes y ya han pasado unas semanas de precaución en las que ha asegurado su buen estado de salud, según ha informado este jueves Bioparc.

Se trata de descendientes de las tortugas que llegaron a este recinto en 2001, tras la incautación en Hong Kong de miles de ejemplares cuando eran transportadas ilegalmente en barco y en pésimas condiciones hasta China.

Las tortugas, que iban a convertirse en exóticos platos de restaurantes, fueron decomisadas y donadas a zoos y acuarios de todo el mundo para su recuperación.

Bioparc fue el primero a nivel mundial en lograr la reproducción de una de estas tortugas rescatadas en 2005, y ahora ha vuelto a lograr la reproducción de esta especie por tercera vez.

Crías de tortura palustre asiática en Málaga.



El periodo de incubación de esta especie dura alrededor de setenta días dependiendo de la temperatura y estas llegarán a la edad adulta con una longitud que puede llegar hasta los 60 centímetros de largo y un peso de 8 a 10 kilos. Actualmente, estas nuevas crías se encuentran en la zona de incubación del parque, espacio en el que permanecerán durante varios meses.

Es una etapa necesaria para controlar su lento crecimiento y confirmar que todo evoluciona correctamente antes de soltarlas en el exterior donde se reunirán con el resto del grupo.

El comercio ilegal amenaza con la extinción a especies de tortugas como la palustre asiática, así como la destrucción de sus hábitats en todo el mundo, y las poblaciones que quedan "son a menudo víctimas de capturas ilegales, recogidas ilegales de huevos y contaminación ambiental", denuncia Bioparc.

A este respecto, explica que muchas de las más de 260 especies que existen son recolectadas en la naturaleza para el comercio internacional de tiendas de animales y por su demanda como carne en tal cantidad que resulta insostenible para su supervivencia.

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