La cadena alemana Lidl ha obtenido ya la preceptiva licencia municipal para iniciar la construcción de su supermercado en el solar que hasta hace apenas unos meses ocupó la estructura del fallido palacio de congresos.
Se trata por tanto del primero de los proyectos empresariales que va a desarrollarse en esta parcela, al que posteriormente se incorporarán una gasolinera, un hotel y otros dos establecimientos.
En paralelo, los promotores de la parcela (López Real 09 S.L.) tratan de cerrar acuerdos con el resto de operadores que desarrollarán sus actividades económicas en este estratégico espacio de la ciudad, que a partir de ahí irán solicitando las correspondientes licencias de obras.
El desbloqueo de estos suelos es precisamente uno de los hitos urbanísticos más sobresalientes de los primeros dos años de este segundo mandato de Mamen Sánchez, permitiendo el derribo de la estructura del fallido palacio de congresos y el desarrollo posterior de un solar hasta ahora abandonado.
A todo esto se suma el hecho de que el Ayuntamiento se encuentra ya a punto de adjudicar las obras de urbanización que quedaban pendientes de ejecutar en el entorno de esa parcela y de la cooperativa Nuestra Señora de las Angustias (Covijerez).
Las actuaciones afectan por tanto al tramo de la antigua circunvalación comprendido entre la rotonda del Hospital y la rotonda del Calvario.
Las obras van a precisar de una inversión aproximada de 950.000 euros, dispondrán de un plazo de ejecución de 10 meses y permitirán una mejora sustancial de un entorno bastante degradado.
El proyecto de urbanización de esta zona fue aprobado el 2 de febrero de 2007, debiéndose hacer cargo de su ejecución la empresa Grupo Baremo 80 en su calidad de promotora de las obras del fallido palacio de congresos.
El 15 de junio de 2012 se declaró el incumplimiento de la obligación urbanística que había contraído Grupo Baremo, procediéndose a la ejecución subsidiaria de las obras pendientes.
Las actuaciones se iniciaron en la primavera de 2014, pero a partir del mes de diciembre de ese año se produce un periodo de inactividad por parte del contratista, retomándose nuevamente los trabajos en abril de 2015, para paralizarse totalmente en julio de ese año, iniciándose a partir de dicha fecha un nuevo litigio entre las partes.
Por tanto el proyecto se encuentra parcialmente ejecutado, si bien quedan pendientes infraestructuras eléctricas y red de saneamiento, así como la rodadura de varios viales y acerados, entre otras actuaciones.
