Decenas de coches de autónomos -un centenar según la Policía Local y unos 300 según los convocantes- recorrieron este jueves en caravana las calles de Jerez para pedir ayudas directas encaminadas a un “rescate de verdad”. La marcha de vehículos a golpe de bocina partió de la explanada del botellódromo, frente al Parque González Hontoria, pasadas las seis y media de la tarde, con carteles de cruces y globos negros para denunciar la “tortura” y la “muerte lenta” que sufren por las restricciones de una pandemia que está a punto de cumplir ya un año.
Los ánimos llevan tiempo por los suelos y el nuevo varapalo de las últimas horas, pues la mayoría daba por hecho que la ciudad pasaría a la fase 2 de alerta, lo que permitiría a los negocios y bares abrir hasta las 21.30 horas, no hizo más que caldear el ambiente. Pese a todo, la convocatoria transcurrió sin incidentes en todo momento “porque somos gente que lo que queremos es trabajar y poco más; no sabemos hacer otra cosa” y se hubiera celebrado igualmente si se hubieran relajado las medidas.
“Aquí no solo se reclama que nos sigan ahogando en cuanto al horario, aquí lo que se está reclamando es que haya algún tipo de rescate. Aunque nos dejen hasta las nueve y media, -lo cual no sucederá al menos hasta la próxima semana-. Esto soluciona poco para un montón de hosteleros, como los que trabajamos la tarde-noche o los del ocio nocturno”, manifestó Alfredo Carrasco, vocal de Horeca, que se mostró satisfecho por la respuesta a esta convocatoria. “Han venido coches particulares, y muchos camiones y furgones de proveedores para apoyarnos”, explicó. Esta acción, se suma a la concentración en el Parque González Hontoria del pasado 7 de febrero, que también tuvo un gran éxito de participación, al igual que la que se generó de forma espontánea al día siguiente del cierre de toda la actividad no esencial en la Plaza del Arenal a finales de enero.
A la espera de lo que ocurra en los próximos días, tienen claro que seguirán haciendo ruido y exigiendo compensaciones directas, cansados de que “se rían de nosotros y jueguen con nuestro futuro”, tal y como señaron en el manifiesto del que hicieron lectura antes de comenzar.
