La cocina autogestionada promovida por la Hermandad de la Yedra y Cáritas de Madre de Dios al amparo de la coronación canónica de la Virgen de la Esperanza ha logrado distribuir en su primer año de servicio alrededor de 15.600 menús a familias desfavorecidas, duplicando prácticamente el objetivo que marcado inicialmente.
Eso significa que el servicio cubre diariamente -de lunes a viernes- las necesidades alimentarias de una media de 60 personas, que participan de manera activa tanto en la elaboración de los menús como en las tareas propias de la cocina. De hecho, uno de los objetivos era que las personas beneficiarias de esta iniciativa no se limitaran a recoger una bolsa con comida, sino que tuvieran ocasión de participar en todo el proceso como mecanismo de inserción social.
El hermano mayor de la Hermandad de la Yedra, Ildefonso Roldán, se mostró ayer satisfecho con estos datos, aprovechando la ocasión para felicitar tanto a los voluntarios que colaboran con esta iniciativa como a aquellas personas que contribuyen aportando los recursos necesarios para que llevarla a buen puerto.
La Hermandad de la Yedra destaca la “labor encomiable” de todas estas personas, que permite ayudar a “muchas familias a sobrellevar de una manera más digna las necesidades y carencias que se han visto abocadas a sufrir por esta maldita crisis económica”.
Como se sabe, el proyecto se lleva a cabo de la mano de Cáritas de Madre de Dios y se asienta en un local situado en la calle Tío Juane, en Estancia Barrera, de 80 metros cuadrados de superficie.
El funcionamiento de esta cocina permite el desarrollo de habilidades y destrezas en la preparación y consumo de alimentos saludables, convirtiéndose por tanto en un espacio de encuentro que promueve la promoción personal y la participación social.
