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Atando Cabos

Flores tristes

Quizás pensó que ni toda la gente que hay en las redes podían ya sacarla de ese pozo y no tenía miedo a sentirse expuesta.

Publicado: 07/12/2022 ·
10:09
· Actualizado: 07/12/2022 · 10:09
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Autor

Remedios Jiménez

Licenciada en Historia, docente jubilada, integrante del Aula Atenea del Ateneo de Jerez y de varios clubes de lectura

Atando Cabos

Una mirada sobre lo que nos pasa día a día, bajo los titulares de la incesante actualidad

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Seguro que hay veces que diríamos: juraría que la vida me ha engañado. Todo está roto, todo está sucio. Y hay quién en esos momentos se echa una foto y la cuelga del Instagram.

Esa persona no tiene ninguna diferencia con las demás, salvo la última parte.

Quizás pensó que ni toda la gente que hay en las redes podían ya sacarla de ese pozo y no tenía miedo a sentirse expuesta.

Cuando eso ocurre puede ser que se enteren doscientas personas y ni siquiera te echen cuenta y te olviden en una semana. O tengas suerte y le pille a una amiga despierta que salga corriendo a tu casa.

Si eres Amaia Montero esa foto sacada en soledad saldrá en todos los medios de España y no será suficiente borrarla de su cuenta.

Tenía derecho como todos a su noche triste. Pero ni todos los premios conseguidos ni las miles de copias vendidas lograrán que se olvide, o precisamente por eso, no se lo permiten.

Cuánta envidia mal sana hacia esa chica de Irún con su voz peculiar que triunfó en los noventa. La que remontaba olas,una a una, poniéndose arriba de las listas aún pasando los años. Lo difícil que es eso y en medio, la vida, los amores rotos, las cosas que no salen bien, tu padre que se muere.

Empezó a resbalar y tuvo una actuación en la que le falló la voz. Eso pasó y estaba en un proyecto nuevo, pero cuánto pesaba todo esta vez.

Ojalá se dé cuenta que tiene derecho a ser humana, que eso le pasa a su peluquera y al que le sirve el café en el bar de la esquina de casa. Y hay tiempo de parar, recoger los pedazos y encajarlos, sólo es tiempo y el calor de la familia, los amigos, darse tregua.

Todos tenemos que saber que las redes pueden ser un arma en nuestra contra,  en vez de unas risas después de comer y el viaje que compartes porque crees que se alegrarán de verte feliz.

Amaia Montero saldrá en muchas fotos en las que no querrá salir,  que le dolerán como una traición. Entre eso y levantarse le queda mucho por delante pero la vida es larga y estaremos muchos esperándola.

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