El cante de la familia Agujetas y Rubichi ha sido y es de los más admirados para los aficionados cabales, esos exigentes que no se conforman con cualquier cosa ni se dejan convencer por corrientes de moda. Ser Agujetas o Rubichi, dos sagas unidas por el apellido de los Santos supone entender el flamenco más como cante o expresión natural que como profesión.
La Plazuela es la raíz. Fueron Manuel de los Santos Pastor Agujetas de Jerez (fallecido en 2015) y Diego de los Santos Bermúdez Rubichi (muere en 2007) los dos nombres más destacados de cada tronco, no debiendo olvidar los antecesores de ambos como Agujetas El Viejo y Tío Mingo Rubichi, hermanos y creadores de estilos y formas a principios de siglo XX. Ahora es Dolores, hija de Manuel, la que encabeza un cartel a los que se unirán los metales de esta generación como el de Antonio Agujetas Chico o Tomás Rubichi.
El toque lo asumirá, además del mencionado Antonio, Domingo Rubichi, hijo del recordado Diego. Dice Dolores que “aquí no hay guion, ni hay teatro, lo que hay es cante y toque del bueno para el que quiera y sepa escuchar”. Es un acto que forma parte del ciclo Viernes Flamencos, siendo el último de los cinco que el Ayuntamiento ha programado.
Cuenta con la dirección de Pedro Machuca y la producción de El Rincón de la Agujetas, asociación cultural que ha conseguido celebrar sus recitales en plena pandemia y exportarla por streaming, a cualquier rincón del mundo, con preferencia en Japón. Por allí han pasado artistas como Inés Bacán, Juana la del Pipa o Andrés Peña. El cartel lo conforman la bailaora Beatriz Morales; al cante se suman Virginia Agujetas y Bernardo Rubichi; Perico de la Agujeta, Manu Rubichi y Ali de la Tota estarán a las palmas. Será el 12 de agosto en los Claustros de Santo Domingo, a las 22 horas.