El Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) se concentró ayer en la plaza de la Constitución de Jaén, con el apoyo de grupos como Podemos o el PCA, para denunciar “las míseras condiciones laborales  y de alojamiento que soportan los inmigrantes durante la campaña de la aceituna”. Lo hicieron tras los últimos casos que han saltado a la luz pública en Pozo Alcón (abandono por parte de un empresario que fue exconcejal del PP y ahora en Vox de un inmigrante fallecido a las puertas del centro de salud ) y en Orcera (agresión sufrida por un inmigrante por sus empleadores). El SAT considera que es preciso redoblar los medios para hacer frente a la precariedad laboral: “Hace falta un verdadero ejército de inspectores laborales que peinen los tajos de aceituna de punta a punta de la provincia, con todos los medios necesarios para llegar hasta el último rincón”, indicaron en un comunicado. Por su parte, el secretario provincial del PCE en Jaén, Juan Francisco Cazalilla, dijo que estos casos tienen “un claro tinte neo-fascista, auspiciado y promovido por los recientes discursos anti-inmigración y supremacistas de determinadas fuerzas políticas en auge”. Y criticó a quienes “tienen una visión meramente mercantil de los inmigrantes”.