El tiempo en: Galicia
Miércoles 27/11/2024
 
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Jaén

Poesía para salvar la plaza Deán Mazas

Unas 200 personas se rebelan contra el inicio de las obras y derriban el vallado instalado por la constructora. El Ayuntamiento mantiene el proyecto.

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai

Protesta ciudadana ante los trabajos de una excavadora

Ciudadanos empujan el vallado para acceder al interior de la plaza

Lectura de poemas y de proclamas contra las obras en Deán Mazas

Los vecinos muestran su indignación ante el inicio de las obras

“Esta plaza no se toca”, gritaron ayer al unísono unas 200 personas que protestaron por el inicio de las obras de remodelación de la plaza Deán Mazas. La concentración, que había solicitado formalmente el grupo de Jaén en Común (JeC), cedió el protagonismo a los ciudadanos que optaron por leer poemas de Miguel Hernández, Luis Cernuda y otros autores locales como Manuel Ruiz Amezcua o Juan Manuel Molina Damiani para rebelarse ante un proyecto que contempla la desaparición del 80% de la masa arbórea (solo se salvan tres arbustos) y que va a cambiar bruscamente la fisonomía de una de las plazas más emblemáticas de la ciudad.

José Ojeda, uno de los activistas de esta protesta ciudadana, animó a los vecinos a implicarse en la oposición férrea a las obras “para no ser cómplices silenciosos”. Además, Ojeda pidió al alcalde, Javier Márquez, que diera la cara junto al resto de concejales de su equipo de gobierno (especialmente crítico se mostró hacia Iván Martínez, autodenominado edil de veladores) y también arremetió contra la Diputación Provincial (que sufraga el 71% del coste del proyecto a través de los planes provinciales de obras) y hacia la Junta de Andalucía. “Si la Delegación de Cultura quiere, este proyecto se paraliza mañana  mismo”, denunció Ojeda, que dio paso a otros vecinos que tomaron el micrófono para mostrar su oposición a la remodelación de la plaza, que ayer ya fue vallada por los operarios de la empresa adjudicataria además de retirarse buena parte del mobiliario urbano.

Aunque la protesta se inició de modo pacífico junto al palacio de los Vilches, los vecinos empujaron más tarde el vallado para esparcirse por todo el perímetro de la plaza alentados por una excavadora de la empresa que hacía amagos de seguir con los trabajos con fuerte custodia policial.  “No se quitan, los árboles son vida”, vitorearon también los manifestantes, entre los que había dirigentes de JeC, Podemos, PSOE, Equo y otras formaciones.

La respuesta municipal llegó por la mañana a cargo del concejal de Hacienda y Comunicación, Manuel Bonilla (PP), que dijo que las obras “son necesarias, puesto que se trata de cambiar todo el saneamiento de las calles colindantes por los problemas de filtraciones en bajos y cocheras que vienen padeciendo desde hace tiempo los vecinos”. Tras indicar que el proyecto tiene el visto bueno de la Consejería de Cultura, Bonilla destacó la  mejora de la accesibilidad a este espacio neurálgico de la ciudad, una mejora del pavimento y del mobiliario urbano, “por lo que ganará el peatón y ganarán los vecinos y turistas que visitenla ciudad”. “Lo que se pretende también es mantener toda la vegetación que da más sombra y además implantar los magnolios que en su día se retiraron de la Plaza de Santa María y se encuentran en el vivero municipal”, añadió Bonila, para quien  “se trata de revitalizar aún más este espacio y poner en valor un espacio monumental como es esta plaza tan emblemática de Jaén”.

PSOE

El PSOE ha pedido la convocatoria del Consejo Local de Participación Ciudadana para que se analice el proyecto de remodelación de la plaza Deán Mazas. “Creemos que este es el mejor termómetro para que el equipo de gobierno del PP teste el sentir ciudadano hacia este proyecto”, señaló el portavoz socialista, Manuel Fernández, que recordó el espíritu con el que se renovó este órgano hace ya tres años. Para Fernández, el proyecto de  Deán Mazas “ha suscitado demasiadas voces en contra como para mover al alcalde a pensar con sosiego en lugar de tirarse a la remodelación a la tremenda, arramblando con todo”. “No tiene una motivación social suficiente  y  contempla actuaciones que no gustan. Nadie lo pidió y a la mayor parte de los afectados no les convence”, zanjó Fernández.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN