La capital celebró ayer la festividad del Corpus Christi, que comenzó a las diez de la mañana con la Solemne Eucaristía que presidió el obispo de la Diócesis de Jaén, Amadeo Rodríguez Magro, y concelebrada por los sacerdotes de la ciudad.
Los niños que han celebrado la Primera Comunión participaron en la Eucaristía en las parroquias de la Merced, San Bartolomé y San Ildefonso. Una vez concluida la Eucaristía, participaron en la solemne procesión del Corpus Christi. El obispo encabezó la comitiva de la procesión por las calles, engalanadas con enormes alfombras de serrín de colores, con profusión de flores, plantas, semillas, toldos y banderas que convirtieron la jornada matinal de este domingo en la de un día lleno fe, color y belleza con la Custodia en la calle.
Calzadas llenas de romero, juncia, retama y plantas aromáticas embellecieron el itinerario que recorrió la procesión, por el casco urbano de la capital, que vivió con júbilo la solemnidad del cuerpo y la sangre de Cristo, con calles engalanadas como es tradición, para el paso de Jesús Sacramentado, ante la atenta mirada de una ciudad en fiesta, que ofreció lo mejor de sus primicia a Dios hecho alimento.
En este año jubilar, la Solemnidad del Corpus se ha celebrado en mayo, mes que en la Iglesia se dedica a la Virgen María, Madre de Dios, Madre de la Iglesia y Madre de Cristo Eucaristía.
El paso de la procesión por la calle Campanas, con los altares que cada año montan cofradías de Pasión de la ciudad, fue uno de los más bellos. En Bernabé Soriano, la Agrupación de Cofradías habilitó sillas para que quienes lo deseasen, disfrutaran de la procesión más cómodamente.
La actual Custodia procesiona desde 1986 y es una réplica original de la del siglo XVI, que fue destruida tras la Guerra Civil.
La procesión echó a la calle a miles de familias y finalizó con la bendición con el Santísimo desde la fachada principal de la Catedral.
