La huelga no es un delito y así lo manifestaron ayer las organizaciones sindicales mayoritarias CCOO y UGT, que salieron a la calle en una jornada de protesta mundial para recordar que la huelga es un derecho fundamental reconocido en casi todos los países del mundo.
La manifestación partió desde la plaza de San Francisco y convocó a varios centenares de personas, que mostraron su rechazo a la “criminalización del derecho de libertad de expresión que pretende hacer el gobierno Central”.
Bajo el lema 'En defensa de las libertades; en defensa del derecho a la huelga', la manifestación estuvo encabezada por los secretarios generales de CCOO y UGT, y apoyada por partidos políticos como el PSOE, que cerró la cola de la manifestación con una pancarta en la que se leía 'En defensa de los derechos sociales y laborales'.
El secretario general de CCOO en Jaén, José Moral, dijo que “estar en la calle es la mejor defensa de la democracia en su conjunto” y que el derecho de huelga “se va a seguir ejerciendo por mucho que no le guste a este Gobierno y a los que puedan venir después”. En esta línea, Moral dijo que con la manifestación de ayer se defendió la libertad de expresión, “la esencia de la democracia”.
En la misma línea, el secretario general de UGT en Jaén, Manuel Salazar, argumentó que no van a permitir que en el momento en el que “más se está atacando a la clase trabajadora”, el gobierno Central atente contra las libertades y los derechos de los trabajadores.
CCOO y UGT reivindicaron la derogación del apartado tercero del artículo 315 del Código Penal, que “vulnera el ejercicio del derecho de huelga”; la retirada del proyecto de reforma del Código Penal que “permitirá cercenar el derecho de huelga o reunión”; así como la retirada de la modificación del proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana.
Los secretarios generales de CCOO y UGT aseguraron que estas reformas “limitan las libertades ciudadanas y, lejos de ofrecer vías de integración y de expresión articulada de los conflictos sociales, optan por una legislación represiva”.
La manifestación terminó ante la Subdelación del Gobierno, recordando que el subdelegado, Juan Lillo, es un “alumno sobresaliente” de esta política del Gobierno Central.