El Real Jaén tuvo el dominio en su primer partido en casa pero le faltó toda
la eficacia que sí tuvo, de cara a portería, el CD Rincón para acabar llevándose un punto con valor de metal preciado.
La primera media hora de encuentro que hizo el Real Jaén en la vuelta a su estadio fue una declaración de intenciones.
La idea fue salir a arrollar al cuadro malacitano y lo consiguieron por los extremos, con un importante protagonismo tanto de Joseliyo como de Óscar Lozano.
Fue Brian, que actuó en punta, el que incomodó por primera vez a
Joky, el cancerbero de los visitantes, que tuvo que intervenir poco después para detener un obús enviado por David León.
El siguiente en probar fortuna desde la frontal del área fue Joseliyo y más de uno en La Victoria, por aquello de la experiencia, vaticinó lo que estaba a punto de ocurrir
. Se cumplió la máxima futbolera de dicta que cuando perdonas lo acabas pagando.
Una mano en el área de Javi Sánchez, cuando se cumplía el minuto 33, acabó suponiendo
un penalti que transformó Chechu. Fue este un tanto que sentó como un jarro de agua fría en las filas del equipo de Fajardo. No podían creerse los blancos que fuesen por debajo en el marcador después de haberse mostrado tan superiores a sus rivales.
Desde el gol, la imagen que se pudo ver del Real Jaén hasta el descanso fue mucho más atropellada
sin tanta clarividencia a la hora de crear y con el juego volviéndose gris como el cielo que predominó sobre la capital del Santo Reino a la hora del partido. Amenazó lluvia pero esta no llegó, al menos en forma de agua. Porque goles hubo.
Los más de 2.000 aficionados que bajaron al Nuevo La Victoria tuvieron cinco minutos de éxtasis Jaén. No se habían disputado más de diez minutos de la segunda parte cuando los de Fajardo ya le habían dado la vuelta al marcador. Lo hicieron en apenas un minuto.
Dos jugadas consecutivas acabaron completando la remontada. La primera fue en favor de Mario Martos. Aprovechó el jiennense un excelso taconazo de
Brian para plantarse solo ante Joky y batirlo a media altura. El segundo fue obra de Óscar Lozano que, en un balón llovido desde la derecha, acabó metiendo la puntera en el segundo palo para culminar la remontada.
Pudo ser aún más escandaloso el momento porque
el cuadro de la Costa del Sol quedó como un peluche en la boca de un cachorro con ganas de juerga. Diego García tuvo el tercero en sus botas en el rechace de un córner. Mandó el balón alto desde el punto de penalti en una acción que lamentó llevándose las manos a la cara.
Mario Martos falló una aún más clara cuando Joky logró desviar al larguero su remate a bocajarro. El centro que le puso Óscar Lozano bien habría merecido que la acción acabase con el tercer gol de los lagartos.
Bajaron las burbujas de tal efervescencia en ataque de los jiennenses y hubo algunos minutos de correcalles, con el partido roto y convertido en un ida y vuelta que no le gustó a Fajardo. Quitó a los extremos y adelantó a Mauro al centro del campo, trasladando a Mario Martos a una banda para que hiciese de volante y para quedarse de nuevo con el control del balón.
Pero no lo consiguió.
Juanpe disfrutó de una muy buena, tras un robo de Mauro en la medular, pero el disparo raso le salió flojo. Iván Aguilar tuvo sus primeros minutos en partido oficial de la temporada y, cuando se prometía un plácido final de partido para el Real Jaén, llegó el tanto del empate. Fran tiró un desmarque a la espalda del lateral izquierdo y recibió, plantándose sólo, y anotando por bajo.
Diez minutos tuvo el Real Jaén para tratar de volver a ponerse por delante pero faltaron piernas y criterio y, de hecho, ya no volvió a haber ninguna ocasión clara de peligro para ninguno de los dos equipos y a los blancos
se les acabaron escapando dos puntos en su primer partido en casa.