El obispo de Huelva, Santiago Gómez, ha calificado de "sangrante" y de "una injusticia clamorosa" la situación que viven las personas que habitan en los asentamientos de la provincia. En este punto, ha hecho hincapié en la importancia de un diálogo de las partes para buscar soluciones "entre todos".
En una entrevista concedida a Europa Press, Gómez ha recordado las palabras de un conocido teólogo que decía que en la cultura occidental "todo está mal pero nadie tiene la culpa". Por ello, ha subrayado que estas personas "no pueden seguir viviendo en condiciones infrahumanas", toda vez que ha incidido en la urgencia de abordar "este desafío" desde una mirada integral.
Tras remarcar la labor de Cáritas en este ámbito, ha señalado que sus técnicos son conocidos por las personas que viven en los asentamientos dada la labor que realizan, al tiempo que ha remarcado que es necesario "entre todos" buscar una solución.
El obispo ha apuntado que esta realidad, presente en Huelva desde hace muchos años, requiere de medidas concretas como el acceso al agua mediante un camión cisterna, por ejemplo, para evitar que tengan que desplazarse kilómetros o que la almacenen en bidones de plástico de productos químicos con el riesgo que esto conlleva para su salud. Se trata, como ha concluido, de "un desafío" para dotar de condiciones de vida dignas a estas personas que trabajan en los campos onubenses.
Así las cosas, ha hecho un llamamiento especial a todos los agentes sociales y políticos para que "no se echen las culpas unos a otros" sino que pongan de su parte para encontrar "soluciones humanas y definitivas".
