La crisis económica ha azotado en los últimos años a muchos sectores, y el mercado postal tampoco se ha librado de este azote. De hecho, en los últimos años se ha producido un descenso importante del volumen de envíos de correo tradicional, esto es, la carta. Tampoco ha ayudado el vertiginoso desarrollo de las nuevas comunicaciones, que ha provocado un importante efecto de sustitución de los servicios postales tradicionales por otros medios tales como el correo electrónico, la mensajería instantánea, internet, fax y teléfono.
Si a todo esto se une la liberalización del mercado postal, las presiones de la competencia y la no apuesta del Gobierno central por este servicio público, el resultado es que la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos no pasa por su mejor momento.
De hecho, según las cifras que maneja el sindicato CCOO, desde 2007 hasta la actualidad, en la provincia se han perdido 85 puestos de trabajo, es decir, la suma entre los trabajadores que se han jubilado y aquellos que se han traslado a otra ciudad y sus plazas, en vez de ser cubiertas por otros trabajadores, se han amortizado. Ahora hay poco más de 300 trabajadores en plantilla.
Además, en lo que concierne a la capital onubense, desde el 1 de julio de 2014, cada uno de los siete distritos en que se divide la ciudad cuenta con un cartero menos, pues “en cada distrito hay varias secciones, y se decidió retirar una sección de cada distrito”. Y lo que es peor, “ahora está en marcha otra reducción de las secciones”, explica a Viva Huelva Luis Miguel García, responsable de la sección sindical de Correos en Huelva.
Aunque en el caso de la capital, según reconoce, “no hay problemas serios de atascos”, los trabajadores “van justos con todo el trabajo que tienen, y como las ausencias y bajas de compañeros no se cubren a no ser que sean de larga duración, entonces es cuando aparecen los atascos, y los trabajadores tienen que priorizar en los repartos, porque la sobrecarga de trabajo cada vez es mayor”.
En la provincia la situación empeora aún más. Así, por ejemplo, en Isla Cristina “ahora tienen dos motoristas menos -su función es muy importante porque cubren más áreas de reparto-, y sólo se ha cubierto una de las ausencias”. Por su parte, en Nerva “sólo hay dos carteros -uno a pie y otro en moto-, porque un tercero se jubiló y sólo han contratado a un suplente para 15 días”. Y en la misma situación se encuentran en Riotinto, pues “había tres carteros, y uno se fue por traslado, y sólo han cubierto esta plaza por 15 días”.
Para García, el único responsable de esta situación es el Gobierno, pues “hay una falta de interés del Estado por mantener este servicio público, que se traduce en un descenso de la calidad, en la desaparición de muchos puestos de trabajo y en un futuro incierto, pues son necesarias nuevas inversiones y planes de empleo, y no se hacen”.
De hecho, acusa al Gobierno de no respaldar a esta sociedad estatal de los “ataques” de la competencia y recuerda que ahora mismo se está negociando el convenio colectivo y no hay buenas perspectivas, por lo que no descarta futuras movilizaciones. Por último, lanza esta reflexión: “Si se recorta por la crisis, ¿a dónde va ese dinero? Porque parece que no hay intención de revertirlo a la sociedad”, por lo que insta al Estado a que apuesta por Correos como servicio público que es.
