Un total de
53.533 estudiantes de Secundaria Obligatoria, Bachillerato, Formación Profesional y Educación Permanente de personas Adultas comienzan las clases este viernes, 15 de septiembre, en 198 centros docentes de Huelva. Del total del alumnado, más de 46.847 lo hará en la pública y 5.661 en la concertada. El próximo 20 de este mes se completará la vuelta a las clases con las enseñanzas de régimen especial, con 3.993 en 15 centros.
Según ha indicado la Junta en una nota de prensa, el pasado día 11 dio inicio el curso en el segundo ciclo de Infantil, Primaria, Educación Especial con 45.873 alumnos y alumnas en 172 y el 1 fue el turno del primer ciclo de Infantil.
En su conjunto,
este mes de septiembre comenzarán las clases en la provincia de Huelva un total de 109.754 estudiantes y 8.664 docentes en 488 centros, tanto públicos como concertados y privados.
Este nuevo curso está marcado por un
nuevo descenso de alumnado en las etapas obligatorias debido a la bajada de natalidad, reflejada sobre todo en las enseñanzas de segundo ciclo de Infantil y Primaria, con alrededor de 1.120 alumnos menos.
Además, por
primera vez en Secundaria también bajan los estudiantes matriculados en 110. Es decir, un descenso en torno a los 1.230 alumnos. No obstante, se registra un aumento de 365 estudiantes entre Bachillerato, Formación Profesional y Régimen Especial.
Según los datos proporcionados por la Junta de Andalucía, Huelva cuenta con una plantilla estructural consolidada 7.568 maestros y profesores en la red pública. Además, "la Junta ha apostado por mantener en Andalucía 1.500 docentes de refuerzo con fondos propios, de los que
93 corresponden a la provincia onubense".
Este curso el alumnado de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) tendrá
2,5 horas semanales de lectura obligatoria con carácter transversal en aquellas áreas o materias que el centro docente determine y organice con actividades dirigidas y diseñadas para el fomento de la lectura. Esta medida supone que en las etapas obligatorias se dedicará un tiempo no inferior a 30 minutos diarios de lectura planificada.
En total son 875 horas de lecturas obligatoria para potenciar la comprensión lectora, clave para el aprendizaje de los escolares y para que proporcione estrategias para un correcto uso de la lengua y la mejora de la ortografía.
En Educación Secundaria Obligatoria (ESO)
habrá cuatro horas más a la semana de Matemáticas, Lengua y Primera Lengua Extranjera. Para ello se aumenta una hora más a la semana de lengua en cuarto de la ESO y una hora más a la semana de primera Lengua Extranjera en segundo.
En esta etapa obligatoria, el currículo incluye
nuevos contenidos como la asignatura de Cultura del Flamenco, que se impartirá en tercero de la ESO como optativa de oferta obligatoria, que pueden impartir los profesores con atribuciones docentes en música y en primero será obligatoria la segunda Lengua Extranjera.
En tercero
también se incorpora como novedad entre las optativas Filosofía y Argumentación y en segundo de la ESO Taller de Educación Plástica, que impartirán los docentes especialistas de Dibujo.
Tanto en la asignatura de Valores Cívicos en segundo como en Geografía e Historia en cuarto, se impartirán contenidos específicos vinculados a principios democráticos, el Imperio Español, la historia de la Transición, la Constitución, la Memoria Democrática, el terrorismo de ETA y la Comunidad de Andalucía.
En cuanto al Bachillerato, aumenta una hora más Lengua y primera Lengua Extranjera a la semana en primero, y una hora más de Filosofía y de Historia de España en segundo. La segunda Lengua Extranjera pasa a ser optativa en primero de Bachillerato.
Asimismo, en Bachillerato los estudiantes tendrán el próximo curso una asignatura optativa menos, con el objetivo de reforzar las materias comunes, evitar la dispersión curricular y que
esta etapa esté enfocada a la preparación de la EVAU.
Sobre los contenidos, en la nueva asignatura de Educación para la Convivencia Democrática se tratará la violencia y el Terrorismo de ETA y en Historia de España de segundo de Bachillerato la transición política española como "modelo de éxito social, concordia y consenso".