Las obras de rehabilitación del histórico edificio de Santa Fe marchan a buen ritmo, pero
habrá que esperar seis meses más para poder contemplar la rehabilitación total del edificio. Esta demora se debe a modificaciones sobrevenidas durante la ejecución de las obras y que han supuesto la modificación del proyecto inicial que, no obstante, ya tiene el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico.
Según han indicado a Viva Huelva desde el Ayuntamiento capitalino, por un lado, en el transcurso de los trabajos
se ha verificado que el estado de cimentación del edificio es peor que el resultado arrojado por las catas previas, por lo que se ha propuesto un refuerzo en el recalce de las zapatas.
La introducción de este cambio en la cimentación
influye en las cargas a las que está expuesta la estructura de cubierta, de manera que desde el Consistorio se ha optado por reducir el peso de la misma, dada la singularidad definitoria de este elemento, proponiendo una solución de paneles de lana de roca, que “permitirá adicionalmente optimizar el número y sección de las correas de apoyo y reducir el peso”. De este modo, se instalará un panel sándwich metálico, con perforaciones para absorción acústica y aislamiento interior mediante velo negro y lana mineral.
Con esta alternativa “se consiguen como ventajas la optimización de las unidades de correas y la necesaria minoración del estado de cargas a la estructura; la mejora de las condiciones térmicas de la envolvente y de resistencia ante el fuego, y un mayor rendimiento de las condiciones de absorción acústica y de reverberación en la sala”.
Finalmente, y tras las demoliciones efectuadas,
se ha rectificado el tratamiento de los revestimientos interiores del edificio para recuperar el acabado interior del mercado y aumentar la capacidad impermeable al agua; y también se ha planteado la
reconsideración de la posición proyectada para las carpinterías de cubiertas, de manera que “pueda reconocerse la lectura del esqueleto estructural de forma unitaria, con una mayor visibilidad e iluminación natural, y se facilite la ejecución de los encuentros con los pórticos”.
Pese a que estas modificaciones no han impedido el avance de las obras,
se ha solicitado una ampliación de plazo de seis meses para la finalización total de los trabajos, de modo que la previsión es que las obras estén rematadas en noviembre.
Además, estas modificaciones suponen un
incremento de casi 300.000 euros del presupuesto inicial de ejecución del proyecto.
La
Comisión de Patrimonio emitió su informe favorable en su sesión del pasado 31 de marzo, destacando que las modificaciones planteadas “se adecúan a la conservación y puesta en valor del edificio,
suponiendo en todo caso mejoras sobre el proyecto original y que se derivan de las relevaciones de materiales y soluciones que se producen durante la ejecución de las obras”.
Unas obras que abordan la
consolidación y rehabilitación del edificio, dejando para una segunda fase su adecuación funcional para su futuro uso sociocultural.