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Miércoles 01/05/2024
 

Granada

El TSJA confirma 17 años para la acusada de matar a su novia de múltiples golpes

Una chica de 18 años a la que asestó cerca de medio centenar de golpes y puñaladas antes de intentar ocultar los hechos

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  • Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). -

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la condena a 17 años de cárcel impuesta a la joven acusada de asesinar en un cortijo de Motril a su novia, una chica de 18 años a la que asestó cerca de medio centenar de golpes y puñaladas antes de intentar ocultar los hechos.

La sentencia de la Sala de lo Civil y lo Penal del alto tribunal, a la que ha tenido acceso EFE, desestima los recursos presentados tanto por la defensa de la condenada como por la acusación particular y confirma la condena dictada por la Audiencia de Granada tras el veredicto de culpabilidad del jurado popular seleccionado para el juicio.

Los hechos se remontan al 11 de abril de 2021, fecha en la que la condenada, que tenía entonces 36 años, mató con cerca de medio centenar de golpes a Marina, una chica de 18 años con la que convivía y con la que llevaba dos años de relación sentimental.

Después de matarla y limpiar la vivienda, la procesada intentó aparentar que la joven había dejado de manera voluntaria la vivienda que compartían en Motril (Granada) y buscó dónde esconder el cadáver, aunque un día después se entregó ante la Policía Nacional y confesó los hechos.

La sentencia dictada por la Audiencia y que confirma ahora el TSJA consideró que los hechos representan un delito de asesinato, con el agravante de parentesco y la atenuante de confesión, con una pena de 17 años de prisión y otros cinco años de libertad vigilada.

Aunque la defensa consideró en su recurso, al que se adhirió la Fiscalía, que los hechos se correspondían con un homicidio y no con un asesinato al no concurrir ensañamiento, el TSJA lo desestima porque la víctima tenía lesiones en todo su cuerpo, provocadas por dos tipos de armas y pese a que solicitó auxilio mientras era agredida.

En su declaración, la condenada admitió haber matado a la que era su novia, con la que convivía en un cortijo de Motril, aunque dijo no recordar ni cuántas puñaladas le dio ni cómo le causó la muerte, porque había mezclado cocaína y ansiolíticos.

Buscó después a un segundo procesado para que la ayudase a esconder y enterrar el cuerpo de la víctima, un amigo con un 53 % de discapacidad por un retraso mental que fue absuelto del delito de encubrimiento.

La sentencia de la Audiencia justificó los años de prisión por el alto número de puñaladas que recibió la víctima y que demostrarían la intención de la condenada de "hacerla sufrir cruel e innecesariamente".

La Fiscalía había solicitado una condena a 15 años de prisión frente a la acusación particular, que ha ejercido el abogado Jesús Huertas en representación de la familia de la víctima, que pidió una condena a prisión permanente revisable. 

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