El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Guadix (Granada) ha archivado la investigación abierta sobre la explosión registrada el 12 de noviembre de 2018 en la Pirotecnia María Angustias de Guadix que se cobró la vida de tres trabajadores de 30, 55 y 52 años, después de que los diferentes informes aportados a la causa concluyeran que no había ninguna infracción de gravedad que fuera constitutiva de delito penal, según han informado a Europa Press fuentes judiciales.
La explosión se registró en torno a las 18,30 horas del 12 de noviembre de 2018 y se sintió tanto en esta como en otras localidades cercanas, cobrándose la vida de estos tres trabajadores, que según el informe preliminar de la autopsia fallecieron de 'shock politraumático por explosión'. En el caso del trabajador de 52 años era su primer día en la empresa; mientras que el de 55 tenía a sus espaldas una extensa experiencia en el sector. La tercera víctima era uno de los gerentes de la pirotecnia, parte de la cuarta generación de la familia propietaria, que cerró el negocio tras lo ocurrido.
La causa, en la que se personaron como acusación algunos familiares, ha sido compleja de instruir y se ha prolongado durante casi tres años. La Fiscalía solicitó el año pasado el archivo a tenor de los informes que descartan que esta explosión se originara por infracción grave que pudiera constituir un delito penal. El juzgado está de acuerdo y en el auto de archivo concluye que, en todo caso, se trata de un asunto de competencia civil. La pirotecnia tenía una póliza de seguro que podría cubrir las indemnizaciones y en caso de no haber acuerdo se dirimiría en la jurisdicción civil.
Este primer auto, que data del 13 de enero de 2021, fue recurrido ante el Juzgado, que ha confirmado el archivo el pasado 11 de febrero, sin que hasta el momento el asunto se haya recurrido ante la Audiencia Provincial de Granada, según han precisado fuentes judiciales.
Los responsables de la pirotecnia María Angustias, fundada en 1889, siempre han mantenido que cumplían con las medidas de seguridad estipuladas para la preparación de los cohetes que se estaban manipulando en el momento de la explosión y que habían pasado en fechas recientes dos inspecciones de seguridad, en el marco de las varias a las que se sometían cada año.
Los artificios que se estaban preparando en la zona siniestrada eran cohetes voladores, el "producto estrella" de esta empresa que los surtía para fiestas municipales y procesiones.