El acto inaugural del centro de mayores de San José de Palmete y La Doctora terminó ayer a bofetada limpia. La irrupción de dos miembros de la junta rectora del centro deportivo de La Ranilla en el acto y la discusión que se generó sobre la privatización de estas instalaciones, terminó en los exteriores del edificio, ya sin la presencia del alcalde, Juan Ignacio Zoido, pero más acalorada, hasta el punto de que uno de ellos propinó una bofetada al director del parque Amate, Humberto Lago, sin que fuera a más por la intervención de los presentes.
Los hechos sucedieron, según el relato de Europa Press, después de que una treintena de personas se congregaran en los exteriores del centro en protesta por el concurso para gestionar el centro deportivo de La Ranilla, hasta ahora en manos de una junta rectora que insiste en que no podrá hacerse cargo del canon, 671 al año según el Ayuntamiento y 117.000 según los clubes, al sumarle todos los costes, incluyendo seguros.
La protesta se desarrollaba pacíficamente hasta que dos de sus miembros, los presidentes de la junta rectora y posterior agresor, Francisco Javier Jiménez, y el de uno de los clubes deportivos, Rafael Sánchez, que entablaron una discusión con el propio alcalde y con el delegado del distrito, José Lugo, expresando sus diferentes posturas.
Los miembros de La Ranilla acusaban al alcalde de “privatizar todas las instalaciones deportivas de Sevilla” y le exigían la paralización de los concursos para gestionar los centros deportivos de base para que los niños siguieran jugando “gratis al fútbol”. Jiménez hasta se negaba a hacerse autónomo para poder seguir gestionando las instalaciones del centro. Mientras, los responsables municipales insistían en la necesidad de “ordenar” la gestión de estos centros y en que no se van a privatizar, reclamando que centraran sus esfuerzos en las negociaciones.
Sin avanzar en la discusión ni acercar posturas, el acto se dio por finalizado con la salida del alcalde, cuyo coche pudo seguir su camino sin problemas no sin antes escuchar los gritos de los protestantes. “Más deporte y menos negocio”, les gritaban.
La discusión, a la calle
Ya en el exterior, tanto Lugo como el director del parque público Amate, Humberto Lago, se dirigieron hasta donde se habían congregado los manifestantes, entablando una discusión en plena vía pública. Los primeros momentos de tensión derivaron en un pequeño tumulto en el que, sorpresivamente, Jiménez propinaba una bofetada a Lago, que no fue a mayores por la intervención de los presentes.
Tras los sucesos, el presidente de la junta rectora de La Ranilla declaró que su bofetada había respondido a una provocación de Lago, quien le habría acusado de quere lucrarse con la instalación.
“Ha sido un tropezón. Él me ha provocado y ha tocado mi amor propio. Cobro 426 euros al mes, estoy pasando necesidades en mi casa y él me ha provocado acusándome de querer lucrarme con la instalación”, se justificaba.
Aun así, confiaba en que los ánimos se calmaran en espera de la reunión que por la tarde iban a celebrar las partes para intentar solventar y conflicto y buscar una salida para la gestión de estos centros deportivos.
Pero habrá denuncias
Sin embargo, el asunto no parece que se quedará en la bofetada porque el director del parque Amate ha anunciado que denunciará a su agresor ante los tribunales.
“Quizá no deberíamos habernos acercado”, ha opinado Humberto Lago respecto al momento en el que el director del distrito, José Lugo, y él mismo intentaron apaciguar los ánimos de los miembros de este club una vez que el alcalde había abandonado la escena.
Lago ha reconocido que se trataba de una situación de “tensión”, pero ha defendido que, obviamente, “no vale cualquier medio”. “No se puede plantear las amenazas, insultos o agresiones como métodos para lograr un objetivo. Hay que poner límites”, ha dicho.
Y mientras, la tercera edad del barrio estrena su nueva sede
La asociación cultural de la tercera edad de San José de Palmete y La Doctora cuenta ya con una nueva sede que sustituye al local en el que funcionaba esta organización y sobre el que pesaba una orden de desahucio. Gracias a parcela cedida por la Empresa Pública del Suelo de Andalucía (EPSA), una instalación prefabricada de la Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas (Emasesa) y la urbanización y cerramiento de los suelos a cargo de la Gerencia de Urbanismo, sus más de 1.500 socios ya cuentan con una nueva sede.
El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha presidido la inauguración de las instalaciones, a la que ha asistido también el portavoz socialista, Juan Espadas.
Miguel, el presidente de la asociación, ha explicado que la organización sobrevive con “escasas subvenciones” públicas y las cuotas de sus socios, y la antigua sede fue objeto de un “procedimiento de desahucio” que puso “en peligro” la propia existencia de este colectivo.
