La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) ha confirmado el rating 'AAA' con perspectiva 'estable' de Alemania, la máxima nota posible, debido a que su economía "altamente diversificada y competitiva" con una demostrada capacidad de absorber grandes presiones financieras y económicas, según informó la agencia en un comunicado.
"El rating de Alemania refleja nuestra opinión de una economía moderna, altamente diversificada y competitiva; su fuerte posición acreedora externa, y su historial de prudentes políticas fiscales y disciplina del gasto", afirma la agencia, que señala que el país se ha recuperado "relativamente bien desde 2010, apoyado principalmente pues un fuerte rebote de las exportaciones y la inversión fija bruta".
En su opinión, la resistencia de la economía alemana a la recesión global refleja años de reestructuración empresarial, moderación salarial y alta tasa de ahorro. Además, el país no se enfrenta a grandes tensiones en los balances tanto del sector público como privado, por lo que no ha tenido que hacer frente a una consolidación fiscal o un significativo proceso de apalancamiento como otras economías soberanas.
La agencia prevé que el incremento del PIB de Alemania se ralentice hasta en torno al 1% en 2012 y 2013, después de que el crecimiento superara al 3% en 2010 y 2011, principalmente por el debilitamiento de la demanda externa.
Por su parte, el déficit del país se mantendrá en torno al 1% un año más, para descender gradualmente a mediados de esta década, mientras que el ratio de deuda se mantendrá por encima del 80% del PIB hasta 2013, para descender al 77% en 2015. S&P reconoce que es un nivel más elevado que de otros países con calificación 'AAA', pero apunta que su diversa y resistente economía y su barato acceso a la financiación le dan una mayor capacidad para soportar un mayor nivel de deuda que a otros países 'triple A'.
Por otro lado, la agencia añade que un empeoramiento y un mayor duración en la crisis de deuda podría afectar a la economía alemana, incluido a través del impacto que puede tener en su deuda su aportación a los mecanismos de rescate europeos. En su opinión, el apoyo de Alemania a sus socios de la eurozona podría reducir significativamente la probabilidad de que tenga que ayudar a sus bancos por su exposición a las economías de la periferia.
Por otro lado, explica que ha decidido mantener en 'estable' la perspectiva del rating a largo plazo por su previsión de que sus finanzas públicas continuarán resistiendo posibles presiones financieras y económicas y por el consenso positivo de que mantendrá sus prudentes políticas económicas. "Esperamos que estos factores contengan el ratio de deuda y mantenga su condición de acreedor externo", añade.
Por el contrario, avisa de que podría rebajar su calificación si el ratio de deuda se dispara desde el 80% actual al 100% del PIB, lo que ocurriría si el déficit superar el 3%. Además un repunte inesperado en los pasivos contingentes supondría también una presión a la baja de la calificación.