La Audiencia Provincial acoge este lunes el juicio contra un hombre acusado de estafar casi 125.000 euros a varias financieras con la compraventa de vehículos en concesionarios de Almería ante los que se habría presentado con documentos falsificados para aparentar un mayor nivel de vida y poder acceder a los coches que, posteriormente, fueron revendidos en Francia.
La Fiscalía tiene previsto solicitar cinco años de prisión por un delito de estafa agravado así como una multa de diez euros diarios a razón de 12 meses junto con el pago de una indemnización por el valor de los préstamos que le fueron concedidos para la adquisición de los turismos, según recoge el escrito provisional de acusación consultado por Europa Press.
La fiscal sostiene que el acusado actuó bajo un "plan preconcebido" y movido por un "ánimo de ilícito beneficio" para llevar a cabo las supuestas estafas, de forma que habría presentado datos económicos "alterados" para aparentar mucha más solvencia de la que tenía y conseguir financiación.
De este modo, pudo adquirir varios vehículos en distintos concesionarios de la provincia de Almería que incorporó a su patrimonio pero cuyo destino final, según la fiscal, era su venta en terceros países de la Unión Europea, donde eran "matriculados nuevamente" para dificultar su localización.
La operación, que se habría realizado a cambio de un precio no determinado, le habría permitido acceder entre agosto de 2015 y julio de 2016 al menos tres vehículos de alta gama mediante el acceso a financiación de importes que van desde los 26.500 euros a los 58.000 euros.
Para acceder a los préstamos mediante las financieras de los concesionarios, el acusado, que cuenta con antecedentes penales por estafa, habría presentado declaraciones de IRPF e IVA correspondientes a los años 2014, 2015 y 2016 con "datos falsarios" que le hacían aparentar un nivel de vida elevado.
El fiscal apunta que una vez tomó posesión de los coches, el acusado "procedió por sí o a través de intermediario" a venderlos a terceros, quienes desconocían el origen ilícito de los mismos. Todos ellos volvieron a ser matriculados en Francia entre 2015 y 2016. Ninguna de las entidades financieras han recuperado el importe entregado ni los vehículos.
