También es juzgado Gonzalo Boye, el conocido abogado del expresidente de Cataluña Carles Puigdemont
Un policía ha dicho en el juicio que en una de las conversaciones grabadas en coches de investigados el histórico narcotraficante gallego José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, le dijo a su hombre de confianza que "le fastidiaba" que los miembros de su red le llamaran "jefe" porque ello le suponía "seis años más" de cárcel.
La Audiencia Nacional ha celebrado este martes la décima jornada del juicio, en el que se sientan en el banquillo 45 acusados, entre ellos Sito Miñanco, para quien la Fiscalía pide 31 años y seis meses de prisión por el intento de introducción en España de casi cuatro toneladas de cocaína procedente de Sudamérica, la ocultación de más de 11 millones de euros y el blanqueo del dinero.
También es juzgado Gonzalo Boye, el conocido abogado del expresidente de Cataluña Carles Puigdemont, que se enfrenta a una petición del Ministerio Público de 9 años y 9 meses de prisión por supuestos delitos de blanqueo de capitales y falsificación de documento oficial.
Este martes han testificado cinco agentes de la Brigada Central de Estupefacientes y de los Grupos de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (GRECO) encargados de la investigación entre 2016 y 2018 cuando Sito Miñanco residía en Algeciras (Cádiz), donde estaba terminando de cumplir en régimen abierto una condena por otra causa de narcotráfico.
Durante la misma fue abordado el 2 de octubre de 2017 en alta mar a la altura de Las Azores por las Fuerzas de Seguridad el buque Thoran en el que iban ocultos 3.305 kilos de cocaína que la organización había comprado a redes colombianas de narcotráfico, y posteriormente, el 9 de noviembre siguiente, fueron intervenidos otros 615 kilos en una nave en Países Bajos, introducidos en un contenedor.
La fiscal ha preguntado a uno de el los agentes por una conversación grabada en un vehículo mantenida el 3 de febrero de 2018 entre Sito Miñanco y el considerado uno de sus hombres de máxima confianza, Luis Enrique García Arango, dos días antes de que fueran detenidos junto con otros acusados en la operación Mito.
"José Ramón Prado Bugallo dice en esa conversación que le fastidia mucho que le llamen 'jefe' porque son seis años más de condena", ha relatado el testigo.
Ha añadido que en esa misma conversación Sito Miñanco le comentó a García Arando que debían estar preparados para ir a las subastas y comprar los astilleros yel piso de Cambados así como el chalet de Villagarcía de Arosa, en la provincia de Pontevedra, para recuperarlos para la organización si eran incautados.
Otro agente ha relatado otra conversación grabada a Sito Miñanco un día después de que fuera intervenido el buque Thoran en la "está desesperado porque comenta que se ha gastado 750.000 euros en un sistema de comunicaciones y no logran contactar con el barco".
Y ha añadido que dos días más tarde en otra conversación habla que el buque debió tener problema pero aún tenía la esperanza de que la Policía no encontrara la droga.
También ha comparecido el inspector de Policía que instruyó las diligencias de la aprehensión el 2 de octubre de 2017 de las más de tres toneladas de cocaína en el buque Thoran.
Ha recordado que la Policía Nacional recibió el 22 de septiembre anterior un aviso de la Dirección Antinarcóticos de Colombia de que tenía información de que un barco podría haber cargado una importante cantidad de cocaína en la zona norte del país sudamericano.
El inspector ha añadido que cuando abordaron el barco no encontraron la droga por lo que lo llevaron al puerto de Cádiz para un registro pormenorizado en el que se descubrió en la cocina unos azulejos más nuevos tras los cuales había una escotilla y al abrirla encontraron 165 fardos con veinte 'ladrillos' cada uno de cocaína.
Ha concluido que del análisis de dispositivos y de documentación encontrados en el puente de mando entiende que el buque cargó la mercancía en la zona norte de Venezuela y que el punto final de descarga era Galicia, desde donde, según otros agentes, salió un lancha de la organización para trasvasar la droga en alta mar.