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Jerez

“Los medios digitales cambiaron mi percepción del dibujo y la ilustración”

Autor del cartel del Festival de Jerez, el artista jerezano reconoce que “parte del éxito de mi trabajo es por esa herencia analógica de mis ilustraciones”

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Daniel Diosdado

Cartel del Festival de Jerez 2025

De Daniel Diosdado (Jerez, 1978), todo el mundo recuerda sus personales dibujos. Aún conservo en mi memoria el cartel del Festival de Jerez de 2020 y su refrescante visión de los códigos más academicistas y retros del flamenco. Consciente de la dificultad de imponer su singularidad, su creatividad y talento acaba imponiéndose en cada proyecto como ilustrador, diseñador gráfico o dibujante de cómic a los que se enfrenta. Sobre su origen, su técnica, su aspiración y sus nuevos proyectos nos habla en la siguiente entrevista. 

“Realmente creo que gran parte del éxito que pueda tener en mi trabajo es gracias a ser de una barriada de 700 habitantes, de clase obrera y humilde, en medio de la nada, y con las dificultades que supone eso”

¿Qué hace un chico de El Portal trabajando a nivel internacional en este mundo de la imagen? ¿Creyó en algún momento que sería posible?

–Pues mira, realmente creo que gran parte del éxito que pueda tener en mi trabajo es gracias a ser de una barriada de 700 habitantes, de clase obrera y humilde, en medio de la nada, y con las dificultades que supone eso. Crecer en El Portal, hace que sepas lo que cuesta conseguir las cosas. La generosidad y la humildad son valores con los que he crecido en mi familia y mi barriada. Quien me conoce sabe que sigo siendo la misma persona que dibujaba en la mesa del instituto al que soy ahora, que publico en el The Wall Street Journal.

De hecho, pese a tener estudio en Barcelona ha puesto un pie en Jerez como miembro de este Coworking Cultura y Empresa de la Cámara de Comercio. ¿Qué le ofrece participar en este proyecto?

–Lo del estudio en Barcelona fue antes del Covid, que viví allí unos años, y del que tengo un recuerdo maravilloso. Una época muy productiva y muy bonita tanto en lo laboral como en lo personal. Después de la pandemia volví a Jerez, y estuve trabajando en casa, como herencia del teletrabajo en pandemia. Está muy bien eso de trabajar en casa, pero hay que saber dosificarlo, porque te aísla y no separas tu vida a la del trabajo. El coworking me ofrece eso mismo, salir de casa y volver a tener un hogar, y no una oficina en casa. Y por supuesto conocer a gente y fomentar esa palabra que está tan de moda, las sinergias.

¿Qué tiene Jerez que no tenga Barcelona y viceversa?

–No me voy a poner aquí a hacer una lista, pero es obvio que todos los lugares del mundo tienen sus pros y sus contras (como Jerez y Barcelona) y hasta en el que crees el peor de los rincones del mundo puedes encontrar algo que no exista en otro lugar que lo hace diferente y atractivo. No puedo con el chovinismo barato, del que piensa que lo suyo es lo mejor, y no ha salido a la vuelta de la esquina. A todo esto, mencantajeré, jaja.

Ilustrador, diseñador gráfico, dibujante de cómics… ¿con qué se queda?

–Siempre se me ha dado bien dibujar y pintar desde chico. Soy dibujante de nacimiento. Y aunque estoy cómodo en cualquiera de estas disciplinas gráficas, llevo muchos años especializado en la ilustración, y trabajando de ello. Soy muy afortunado en ese aspecto. Aun así son disciplinas muy conectadas y conviven entre ellas, porque en realidad lo verdaderamente importante es la creatividad y el talento, más que la etiqueta.

Como ilustrador debe ser de los que piensan que una imagen dice más que mil palabras, ¿no? ¿En qué medida es esto cierto en su caso?

–Puede ser. Buena parte de mi trabajo consiste en eso mismo. En el trabajo editorial debes resumir en una sola imagen un texto, el artículo de una revista, un periódico, o sintetizar en una portada todo un libro. Aun así, en muchísimas ocasiones, una sola palabra dice más que mil imágenes.

¿Cómo es el proceso creativo que sigue en sus obras? ¿Existen grandes diferencias cuando trabaja en el diseño editorial, la publicidad o el cómic?

–Pues siempre es el mismo proceso creativo: Tienes un problema, y hay que resolverlo gráficamente. Primero trabajo la idea con conceptos y bocetos, sin dejar de lado los aspectos formales como composición, gama de colores, etc. Una vez que tengo la idea definida, y ya sé qué tengo que dibujar, procedo al arte final: dibujar la ilustración y enviar al cliente.

¿Cree que el cómic está experimentando un resurgimiento a través de la novela gráfica?

–La novela gráfica nace en los años 70, con motivo de diferenciar lo que hasta entonces era un ligero medio de entretenimiento popular, y destinado al público infantil y juvenil, como el cómic, y que estuviera más cerca de lo literario, lo cultural y un público adulto. Supongo que abrió puertas a un público que no consumía cómic. De todas formas, tiene un punto pretencioso que me aleja del término. Yo a todo les llamo tebeos.

¿En qué medida ha influido en su trabajo la irrupción de los medios digitales?

–¡Pues un 100 x 100! Yo que vengo de lo analógico, de las bellas artes academicistas de la Universidad de Sevilla, el paso a Valencia y conocer el Photoshop, Wacom, Apple, etc , cambió mi percepción del dibujo y la ilustración, y son las herramientas con las que trabajo hoy en día. Aún así, siempre cuento que parte del éxito que pueda tener mi trabajo es por toda esa herencia analógica que se percibe en mis ilustraciones. En unos años quemaré todos mis aparatos digitales y me recorreré el mundo haciendo acuarelas. Estoy en el proceso.

¿Cómo se definiría como creador? ¿Reconoce algunas influencias?

–Nunca he sabido, ni me ha gustado definirme, ni etiquetarme, ni nada de eso. Siempre huyo de la palabra artista, supongo que por prejuicios tontos, pero es así. Amo la palabra oficio, y es lo que he conseguido en estos años, el oficio de dibujante, ilustrador o creativo, como quieras llamarlo, jeje. Mis influencias están cerca de lo cotidiano, de las cosas pequeñitas que pasan desapercibidas, por supuesto del mundo de la cultura, como el cine, la música, literatura, tebeos, etc. Y mis referentes son las ilustraciones retro y los carteles de los años 50-70 (lo llamado mid-century), y el mundo de la estampación y todas sus técnicas, tan presentes en nuestro Jerez, en el diseño de etiquetas y carteles del mundo del vino, que tan bien ejecutaron el Jerez Industrial de entonces, y que a día de hoy son un referente.

Adelántenos algo sobre sus próximas ‘aventuras’.

–Pues ando enfrascado en varios proyectos. Puedo adelantarte que se acaba de presentar el nuevo cartel del Festival de Jerez de 2025, en el que he estado trabajando estos meses. También estoy trabajando con Mediapro para un vídeo de animación promocional para La Liga de futbol, junto con Auxi Alba, que es la que anima mis proyectos. Y llevo un tiempo con un proyecto muy bonito mano a mano con nuestro querido paisano Manolo Romero Bejarano, en un libro ilustrado de la biografía de una folclórica muy famosa de Jerez, y que, aunque va un poco más lento de lo que habíamos planteado, saldrá en breve a la luz, con la idea de dar un pelotazo y nos quite de trabajar, y así poder recorrer el mundo haciendo acuarelas.

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