Moliere escribió hace casi 4 siglos una magnífica obra en la que un leñador asumía su papel de falso médico a base de palos. Al final, como en todas las buenas comedias, todo consistía en un enredo de falsos médicos y falsas enfermas, todo por culpa del amor.

Ahora, a nuestro Ministerio de Trabajo no se le ocurre mejor idea que la de introducir una baja flexible, un limbo en el que un trabajador, estando de baja, puede ir a trabajar. Se nota que la ministra lee, y se le ha quedado grabada en la memoria cómo Paco el Bajo, a pesar de tener la pierna rota, iba a ayudar a su señorito en las cacerías.

Ya hay jefes con quemaduras en las palmas de tanto frotarse las manos. Ya no les hará falta presionar a la mutua para que al recién amputado le den el alta antes de que le quiten los puntos. Solo habrá que recordarle al trabajador de turno que se puede dar de baja, pero mañana a las ocho y media aquí. Ni parto ni gaitas. Que lo de la quimioterapia como excusa ya está muy visto. Que tú tendrás un pinzamiento en las cervicales, pero yo tengo muchas cosas que pagar, y tiene que haber alguien para que levante la persiana por las mañanas. Y no pretenderás que, encima de que te pago, madrugue.

El gobierno más progresista de la historia adelanta al PP por la derecha, arruinando sus planes de futuro y no dejándole ni una sola medida de esas que te escuecen como vinagre en las heridas. Hace ya muchos años que perdieron la S, entre lo de la OTAN y mandar tanquetas a los trabajadores que piden un sueldo digno. La O la acaban de machacar, poniéndose a la altura de cualquier gobierno de la derecha más rancia. Lo único que van a conservar toda la vida es la P, porque más partido no se puede estar. Yo no sé por qué Garamendi se enfada, si les están haciendo todo el trabajo sucio. ¿Qué será lo siguiente? ¿Jornada laboral flexible de 12 horas? ¿Empezar a trabajar flexiblemente a los 10 años?

Ya nos avisó el cine de Hollywood. Mataron a un policía y lo resucitaron para que siguiese trabajando. Aplíquense el parche.