La organización ecologista Arco Iris insta a los municipios a que se opongan a los derribos de presas fluviales y "no concedan licencias de obras para las demoliciones" y a Augas de Galicia a "posicionarse a favor o en contra" de estos planes.
Según advierte, este tipo de obras de "restauración" pueden formar parte de "la estrategia globalista de privatización del agua". La misma, sostiene, "ataca de forma sistemática el derecho al uso público de un bien cada día más escaso". El derribo de presas en España, añade, puede deberse a "una medida más para obtener ayudas europeas".
Esta estrategia, denuncia Arco Iris, "agravará de forma severa los problemas de abastecimiento y caudales mínimos en épocas de estiaje, además de aniquilar sin remedio hábitats que persisten gracias al embalse durante el verano". Al mismo tiempo, indica que "muchas especies de anfibios desaparecerán sin remedio y la sequía afectará gravemente a los bosques de ribera".
La organización ecologista recuerda, además, que "57 obstáculos fluviales han sido eliminados en la Cuenca Miño-Sil desde la puesta en marcha del plan de demoliciones, en 2009" para alertar de que "el proceso de privatización del agua es ya imparable y en breve cotizará en bolsa, como otros recursos naturales".