Cuando las trabajadoras afectadas pusieron la situación en conocimiento del delegado de área, este ofreció únicamente "el traslado a otro centro de trabajo"
El Juzgado de lo Penal número 4 de A Coruña ha condenado a la encargada de un supermercado gallego situado en Melide (A Coruña) a 20 meses de prisión como responsable de cuatro delitos de acoso laboral y lesiones psíquicas, y a una indemnización de 51.000 euros para las víctimas.
También ha condenado al grupo empresarial Gadisa como responsable civil subsidiario, por lo que obliga a la empresa a pagar los gastos derivados de la atención sanitaria de las víctimas, que precisaron atención psiquiátrica y psicológica durante alrededor de dos años.
Según acredita la sentencia del tribunal, la dirección de Recursos Humanos de la cadena de supermercados tuvo conocimiento, desde 2018, de todos los hechos y, sin embargo, decidió defender a la encargada.
Según la magistrada, cuando las trabajadoras afectadas pusieron la situación en conocimiento del delegado de área, este ofreció únicamente "el traslado a otro centro de trabajo en otra localidad" o "marcharse" mientras que mantuvo a la encargada en su puesto laboral, en el que continúa en la actualidad.
Así lo ha explicado este miércoles en rueda de prensa el secretario regional de la CIG-Servizos de A Coruña, Roberto Pérez, que ha comparecido junto a dos trabajadoras, a las que ha aplaudido por su "valentía" a la hora de denunciar el caso.
La sentencia reconoce que la encargada se dirigía a las trabajadoras "sistemáticamente y a lo largo del tiempo con graves descalificaciones, ridiculizando sus acciones y palabras, tanto en presencia de otros compañeros como de clientes".
La condenada solía dirigirse a las empleadas con expresiones como "inútil", "analfabeta", "víbora" o "subnormal perdida", además de amenazarlas con expresiones como "te voy a canear", "si veo una bolsa encima de la silla te la comes" o incluso "voy a mataros".
Para la magistrada, estos hechos suponen "actos graves, hostiles y humillantes que, realizados en el marco de una relación laboral de forma reiterada, cumplen el tipo objetivo de delito de acoso laboral, quedando meridianamente claro que la encargada del supermercado Gadis de Melide sometió a las trabajadoras a continuas humillaciones, desprecios y acosos".
Añade la jueza que, "considerados aisladamente, pueden no parecer de extrema gravedad, pero que se integran en un conjunto de abusos, humillaciones y acosos sistemáticos, logrando menoscabar su dignidad personal y provocándoles además un daño psíquico".
Una de las trabajadoras sufrió un trastorno de estrés postraumático y un trastorno adaptativo ansioso-depresivo por el que precisó tratamiento psiquiátrico y psicológico durante más de año y medio; otra compañera, aunque no padece secuelas a día de hoy, tuvo que someterse a tratamientos antidepresivos con ansiolíticos y a continuas consultas con psicólogos y psiquiatras durante más de un año.
"Llevaba trabajando cuatro meses y la realidad es que me hacía sentir que no valía para nada. Era continuamente así", ha relatado una de las trabajadoras, que ha asegurado que iba y salía llorando de su puesto de trabajo.
Otra empleada ha dicho que los insultos llevaban produciéndose desde siempre y que llegó a amenazarla "con meterla debajo de una estantería si hacía falta".