El Bàsquet Girona y el Obradoiro protagonizan este domingo un duelo de máxima urgencia en el palau Fontajau por su necesidad de sumar victorias para escapar de la zona peligrosa de la clasificación.
Tras un prometedor inicio de curso, el Girona se ha complicado su futuro con una preocupante dinámica que le ha costado el puesto al técnico a Salva Camps, sustituido a finales de enero por el griego Fotis Katsikaris.
El conjunto catalán solo ha ganado uno de sus últimos diez partidos. Es decimocuarto con ocho victorias, dos más que el trío de equipos que le sigue en la tabla: Obradoiro, Granada y Breogán, que ocupa el último puesto de descenso.
Por eso, el choque de mañana está marcado en rojo en el vestuario del equipo gallego. Ganar tendría triple premio: romper la racha de siete derrotas seguidas, asegurarse el "basket-average" con el Girona y, de paso, meterlo de lleno en la pelea por eludir el descenso.
Para este trascendental encuentro, el técnico Moncho Fernández tiene la duda del base ucraniano Oleksandr Kovliar, que regresó de jugar con su selección con un proceso vírico que le ha impedido entrenar con el grupo durante la semana.
Los que sí estarán en Fontajau y, en principio, tendrán minutos son los letones Janis Strelnieks y Janis Timma, fichados para reforzar la plantilla en este tramo final del curso. Apenas han completado tres entrenamientos con el Obradoiro, pero Moncho Fernández cree que su experiencia y el conocimiento del juego acelerarán su adaptación.