A falta de cerrar los detalles de agenda, el presidente del Gobierno y líder del PSOE tiene previsto participar en varios actos de partido
El PSOE busca un cambio de ciclo en Galicia que rompa con años de mayorías absolutas del PP, para lo que los socialistas aspiran a movilizar el voto como en las generales en una campaña electoral con un papel destacado de Pedro Sánchez y convencidos además de que la ley de amnistía no les pasará factura.
A falta de cerrar los detalles de agenda, el presidente del Gobierno y líder del PSOE tiene previsto participar en varios actos de partido para arropar al candidato socialista a la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, en las dos semanas previas a las elecciones gallegas del 18 de febrero.
El primero de estos actos será un mitin en Ourense este sábado, durante el primer fin de semana de campaña.
Pero Sánchez ya ha ido incrementado su presencia en Galicia en los últimos días ante la cercanía de estas elecciones autonómicas, que marcan el inicio de un nuevo año electoral, con europeas en junio y las vascas pendientes de fecha, aunque es posible que tengan lugar a finales de abril.
De hecho, la semana pasada Sánchez tuvo un acto en Lugo y otro en Ferrol.
Y previamente, del 19 al 21 de enero, el PSOE celebró en A Coruña la convención política del partido a nivel nacional, una cita que Sánchez aprovechó para apelar a la participación en las elecciones gallegas durante su discurso de clausura.
En esa convención, el PSOE actualizó sus políticas, asumiendo sin complejos la ley de amnistía como parte de su documento estratégico.
Ahora Sánchez volverá a Galicia tras el fracaso de la votación de esta ley en el Congreso de los Diputados por el plantón de Junts, una situación que compromete la estabilidad de la legislatura pero que los socialistas no creen que vaya a causarles daño en los comicios gallegos.
El PSOE no se juega mucho en Galicia al ser actualmente la tercera fuerza, por detrás del PP y el BNG, aunque sabe que su papel puede ser decisivo ante el riesgo de que el PP pierda su mayoría absoluta, como pronostican las últimas encuestas, incluido el CIS.
Para lograr este cambio de ciclo, el PSOE confía en movilizar el voto de los gallegos al mismo nivel que en las elecciones generales y municipales, donde habitualmente los socialistas obtienen mejores resultados, con la intención de lograr sumar junto al BNG una mayoría suficiente que desbanque al PP del Gobierno.
Y aunque tanto Sánchez como sus ministros y el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero tendrán un papel destacado en la campaña, el PSOE quiere dar más protagonismo a su candidato en Galicia y hablar fundamentalmente de los problemas y necesidades de los gallegos, en una clave más autonómica.
No obstante, el PSOE es consciente de la repercusión que las elecciones gallegas tendrán a nivel nacional por la importancia que concede a estos comicios el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que desembarcará en Galicia con una campaña paralela a la de su propio candidato, Alfonso Rueda.
De hecho, Feijóo se juega más que Sánchez en estos comicios, no solo por la posibilidad de perder uno de los bastiones del PP, sino por ser un lugar muy significativo en su carrera política, al haber logrado acumular cuatro mayorías absolutas como presidente de la Xunta.
Por ello, en el PSOE se afanan en trasladar la presión al PP en una campaña donde dan por hecho que Feijóo sacará a colación temas de ámbito nacional contra Sánchez, como la ley de amnistía, algo que no preocupa a los socialistas.
Lo que verdaderamente preocupa en el PSOE es que la presencia de Sumar les pueda perjudicar e incluso llegue a frenar un cambio de ciclo en Galicia, al quitar votos para los socialistas que tal vez no se traduzcan en un escaño para el partido de Yolanda Díaz, vicepresidenta de Sánchez en el Gobierno y otra de las protagonistas de la campaña.