Visto para sentencia el juicio contra el fisioterapeuta de Vigo, de 39 años de edad, acusado de haber abusado sexualmente de cuatro de sus clientas, que se ha celebrado este lunes y martes en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en la ciudad olívica.
Después de que el lunes acudiesen a declarar las denunciantes, así como testigos de la acusación, este martes fue el turno de testigos convocados por la defensa y forenses, además de las conclusiones finales de las partes.
En ellas, Fiscalía ha elevado a definitivas sus conclusiones, modificando algunas palabras de las mismas, indicando que el fisioterapeuta solo habría introducido su dedo en la vagina de una de las demandantes en una ocasión.
El Ministerio Público ha considerado probados los hechos que relatan las cuatro mujeres, indicando que el hombre habría tocado sus pechos y sus partes íntimas durante la realización de sus terapias sin pedir permiso y sin que estos tocamientos tuviesen relación alguna con sus técnicas de osteopatía.
"La versión del acusado no nos ofrece nada. Niega la introducción de dedos. O miente ella o miente él. Por las declaraciones de uno y de otro no hay dudas al respecto", ha subrayado el Fiscal, insistiendo en que el fisioterapeuta aseguró pedir siempre consentimiento en el momento de tocar ciertas zonas más íntimas, pese a que ninguna de las denunciantes lo reconoció. "Está mintiendo. Niega algo que tenemos acreditado por las declaraciones de otras personas. No hay motivo ninguno para denuncia falsa", ha reivindicado.
También ha puesto el foco en el episodio en el cual el hombre se desnudó delante de una de sus clientas para que ella le diese un masaje en la espalda, algo que no se explicaría como un tratamiento de osteopatía.
En la misma línea han hablado los abogados de las acusaciones, que han explicado que entre ellas las chicas no se conocían y no sabían de la existencia de otras denuncias.
Pese a reconocer, como han dicho muchos testigos, que sus técnicas profesionales daban buenos resultados, sus prácticas "dejaban mucho que desear" ya que se "propasaban" con tocamientos, llegando incluso a introducirle un dedo en la vagina de una clienta.
Para los abogados de las víctimas, hay "bastantes pruebas" que acreditan los hechos, sin que hubiese consentimiento por las víctimas, que han declarado "sin contradicciones" y con "verosimilitud", pese a "no conocerse entre ellas".
LIBRE ABSOLUCIÓN
Sin embargo, la defensa en sus conclusiones finales ha pedido la libre absolución del acusado, poniendo el foco en que se trata de un profesional cuyas técnicas son "eficaces" y así lo han corroborado "todos las personas que han pasado por aquí", que han notado "mejorías notables incluso con una única sesión".
Para él, las denunciantes denotan "cierta inexperiencia" en el trabajo de un osteópata, lo que les ha provocado "ciertas cuestiones de interpretación".
El abogado del fisioterapeuta ha expuesto que la normativa no recoge que sea necesario un consentimiento previo para la realización de las técnicas de osteopatía y gran parte de su discurso se ha centrado en desmentir las palabras de una de las demandantes, que aseguró que el hombre le introdujo un dedo en la vagina.
Sobre esto, ha tratado de hacer ver las "contradicciones" de la joven, que ante la policía declaró que estaba boca arriba cuando el fisioterapeuta le introdujo el dedo corazón hasta en dos ocasiones. Sin embargo, ante el juzgado de instrucción aseguró que solo fue una vez y luego dijo que estaba boca abajo.
La defensa se ha preguntado cómo sabía qué dedo era si estaba boca abajo y a qué se debe el cambio de versión. "Esta persona miente, es absolutamente claro que miente. Tantas contradicciones sobre un hecho tan traumático", ha criticado.
Pese a todo, ha reconocido un "error reprochable" del fisioterapeuta, que habría interpretado una relación con su clienta como de amistad, por lo que se habría desnudado ante ella para que fuese la ahora denunciante la que le diese un masaje en la espalda.
Por su parte, el abogado de la compañía de seguros negó que la aseguradora tenga la responsabilidad civil de los hechos, ya que estas acciones no entrarían dentro de la póliza.
TESTIGOS Y PERITOS
Durante la sesión de este martes acudieron a declarar varios clientes del fisioterapeuta, que negaron haber sufrido actos similares a los que se juzgan.
Preguntados por si en algún momento fueron tocados en sus partes íntimas por el varón, aseguraron que no, salvo dos hombres que sí dijeron haber notado roces, pero los relacionaron con la acción propia del trabajo de osteopatía.
Por su parte, los peritos se refirieron al caso concreto de una de las demandantes, a la cual presuntamente el hombre le habría introducido el dedo en la vagina. Sobre ella, aseguran que no presentó síntomas postraumáticos por los hechos, aunque sí que lo ocurrido habría hecho que se agudizase en algún momento su problemas psiquiátricos previos.
Según estas profesionales, no hubo "secuelas" por los hechos para esta joven, pero sí hubo "síntomas" en algún momento dado, por lo que fue tratada.
HECHOS
Tal como asegura el escrito Fiscal, los hechos se remontarían a 2020 y 2021, cuando el acusado, "aprovechándose de la oportunidad que le ofrecía su actividad profesional" y "sin previamente informar al paciente para consentir el tratamiento a realizar", habría actuado con "la intención de satisfacer su ánimo libidinoso".
En concreto, en agosto de 2020 una de las víctimas acudió a la clínica por tener molestias en la espalda. Al encontrarse en ropa interior, "por requerimiento del procesado y sin ninguna finalidad terapéutica", le levantó la braga y le tocó la ingle. Concluida la sesión, también le acarició los costados a la altura de las lumbares.
También en agosto, otra de las víctimas acudió por primera vez a la clínica para recibir tratamiento y, mientras se encontraba en ropa interior por requerimiento del procesado, éste le realizó tocamientos en los pechos "sin finalidad terapéutica" y "sin informar el procedimiento" ni pedir consentimiento.
Posteriormente, esta misma clienta acudió por segunda y última vez a la clínica y el acusado le habría tocado los pechos y metió su mano bajo la braga, en al menos en una ocasión. Como consecuencia de estos hechos, la víctima sufrió una lesión psíquica leve de ansiedad.
Hechos semejantes ocurrieron con otra clienta que acudió a la clínica del procesado por padecer dolores en los lumbares y en las piernas. A ella, según detalla Fiscalía, también le acarició "sin finalidad terapéutica los pechos bajo el sujetador".
El cuarto de los casos ocurrió a finales del mes de agosto. La denunciante acudió al establecimiento por padecer dolores en la cadera y hombros debido al uso de muletas tras sufrir un traumatismo en el tobillo. Ese mismo día, "sin haberle informado del tratamiento que iba a realizar, le tocó el lateral del pecho, así como la vagina y el pubis".
Por segunda vez, el 31 de agosto, al continuar padeciendo dolores en la cadera y hombros, acudió a la clínica. En este caso, la invitó a subir a su residencia particular, situada encima del consultorio, "aprovechándose de la ocasión de enseñar a la víctima ejercicios de rehabilitación".
Ya en enero de 2021, ella acudió en otras dos ocasiones "ante la insistencia del acusado", que le ofreció recibir sesiones de fisioterapia de manera gratuita. También la invitó a tomar algo con él en varios ocasiones, cosa que ella denegó.
Por todos estos hechos, el Ministerio Público solicita para el acusado 13 años y medio de prisión por delitos continuado de abuso sexual. Pide también la inhabilitación durante ocho años para su oficio y más de 10.000 euros de indemnizaciones.