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Sábado 04/05/2024
 

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Piden 22 años de cárcel para un entrenador de baloncesto por abuso sexual de tres menores

La Fiscalía reclama la pena por los presuntos delitos cometidos entre 2012 y 2016

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  • Audiencia de Pontevedra. -

La Fiscalía pide casi 22 años de prisión para un entrenador de baloncesto que ha sido juzgado este martes por la Audiencia de Pontevedra acusado de haber agredido o abusado sexualmente, entre los años 2012 y 2016, de tres menores de 13 y 14 años de edad.

La Fiscalía pide para él 21 años y ocho meses de prisión por dos delitos de agresión sexual, uno de ellos con el agravante de parentesco, pues mantenía una relación sentimental con una de las víctimas, y un tercer delito continuado de abusos sexuales.

Las tres jóvenes han declarado a puerta cerrada para preservar su intimidad y protegidas tras un biombo para evitar mantener contacto con el acusado, al que denunciaron cuando el entrenador, que actualmente trabaja en el extranjero, abandonó el club.

El acusado, por su parte, ha asegurado ante el tribunal que las relaciones sexuales que mantuvo con dos de las chicas "fueron siempre consentidas" y negó haber realizado tocamientos de ningún tipo a la tercera de las menores que le denunciaron.

Ha explicado que con la primera de las jóvenes, a la que conoció cuando ella tenía 15 y él 16 y ambos jugaban al baloncesto, mantuvo una relación sentimental durante tres años que fue "tóxica y muy convulsa", con muchas discusiones e infidelidades.

Esta chica denuncia tres episodios en los que las relaciones no fueron consentidas, pero él lo niega, asegurando que "nunca" la obligó a mantener relaciones completas ni sexo oral.

Esta relación la intercaló con los contactos con la segunda de las víctimas, de la que llegó a ser su entrenador cuando él tenía 19 años y ella 14, manteniendo relaciones sexuales "frecuentes" en el piso en el que él vivía y quedando "sin escondernos".

Según denunció la joven, durante alguna de esas relaciones, ella estaba llorando y él reconoce que en dos ocasiones "noté que estaba mal", la vio llorar durante la relación sexual y pararon.

De la tercera víctima explicó que ella tenía 13 años y le daba clases de guitarra y, aunque asegura que la sometió a tocamientos, él lo ha negado y ha dicho que tenía una relación "muy cercana" con toda su familia, que le "trataban como si fuese un hijo".

Junto con la pena de cárcel, la fiscal reclama que el tribunal le imponga al acusado quince años de libertad vigilada, una orden de alejamiento sobre las víctimas y su inhabilitación para desempeñar oficios o actividades que supongan contacto con menores durante 32 años.

Además, a las dos menores que denunciaron haber sido víctimas de agresión sexual, el acusado debería indemnizarlas con 25.000 y 50.000 euros respectivamente, según la Fiscalía, que no aprecia responsabilidad civil en el tercero de los casos. 

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