Quentin Gas & Los Zíngaros presenta el segundo adelanto del que será su próximo disco. 5 años de espera para el nuevo disco del que es sin duda una de las figuras con más talento y raza del país.
5 años ha tardado Quintín Vargas en regresar con su proyecto Quentín Gas & Los Zíngaros. Fruto del trabajo de estos años llega un álbum destinado a convertirse en uno de los discos de 2024. Fusión de flamenco puro con rock y electrónica de vanguardia, cero apropiacionismo y cien por cien genialidad.
Quentin Gas & Los Zíngaros - El mundo se quema.
Quintín es hijo de Concha Vargas, Gran Dama Gitana del Baile Flamenco, que participa en las voces de este “El mundo se quema”, segundo de los temas que se conocen del disco. En poco más de dos minutos que son fuego y fantasía, Quintín aviva la polémica clásica entre la pureza y la vanguardia del flamenco, entre payos y gitanos, cómo se comportan ante esta encrucijada, y lanza este grito en este tema: “gachó no se seas tan gachó y tú gitanito no seas tan gitano”. Contundente ritmo por seguiriya producido por Manuel Flores (Sherry Fino)
"La seguiriya gitana comienza por un grito terrible. Un grito terrible que divide el paisaje en dos hemisferios iguales; después la voz se detiene para dejar paso a un silencio impresionante y medido"
Federico García Lorca.
Vuelven Quentin Gas & Los Zíngaros tras pasear con sus dos discos anteriores por multitud de festivales aquí, visitar distintos continentes y países (Colombia, Marruecos, Alemania, Francia, Bulgaria, Portugal, Italia,…) y con sus temas apareciendo en bandas sonoras de películas, series y publicidad.
ESCUCHA EL MUNDO SE QUEMA AQUÍ.
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Quentín Gas & Los Zíngaros abrieron hace años un camino por el que ahora transitan bandas como La Plazuela, Califato ¾ o DMBK. La pureza y la vanguardia, la psicodelia y el flamenco, Kanye West y Rosalía, Las Corraleras de Lebrija y King Gizzard, Frank Ocean y Enrique Morente, la letra retorciéndose para hacerse música y la música explotando en mil direcciones a la vez.
Una fiesta de compás y fuerza al servicio de los sentimientos de este animal del directo. Imposible no pensar ya en la puesta en escena de esta propuesta.
Cuenta Quintín una anécdota muy ilustrativa a propósito de la génesis de este proyecto, cuando volvió a vivir a la casa de su familia en Lebrija:
“Recuerdo estar en mi habitación con los auriculares escuchando a Led Zeppelin y de repente escuché algo de fuera, tenía curiosidad por saber qué era así que me quité el auricular derecho: era mi hermana cantando unos tangos flamencos. Y estuve así un buen rato, escuchando los dos estilos musicales totalmente dispares a la vez, al unísono, y ahí fue cuando decidí que tenía que hacer algo con mis dos mundos, tenía que unirlos y tenía que hacerlo de una forma en que jamás lo hubiera hecho nadie.” Y vaya que si lo está haciendo.